Buenos Aires, 16 mar (dpa) – El resurgir del nacionalismo económico pone a la economía global frente al riesgo de una guerra comercial, advierte el experto en economía y comercio Guillermo Valles Gamés, ex director de la UNCTAD, poco antes de la primera reunión de ministros de Finanzas del G20 en Buenos Aires.
«No me cabe ninguna duda de que es el principal riesgo que enfrenta hoy la economía global. Pone en discusión el sistema de reglas que tenemos y puede poner en grave riesgo el crecimiento global», señala a dpa el actual embajador de la Cancillería uruguaya, a la hora de evaluar cuáles serán los temas urgentes a tratar en el foro de gobernanza que reunirá lunes y martes a los ministros de Finanzas y presidentes de Banco Centrales de 19 potencias mundiales y países emergentes y la Unión Europea.
La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de aplicar aranceles adicionales a las importaciones de acero y aluminio tuvo enormes repercusiones. «Estados Unidos es un factor fundamental, pero no el único», afirma Valles.
dpa: ¿En qué situación se encuentra hoy la economía global y qué riesgos enfrenta?
Valles: Los últimos datos indican que la actividad económica comienza a afirmarse a nivel global y todo parecería apuntar a que este año llegue a crecer un poco por encima del año pasado, un 3,9 por ciento. Las perspectivas son mejores, es una señal positiva que uno ha visto prácticamente en todas las regiones. De todas maneras, estamos hablando de tasas menores a las que conocíamos hasta 2010, sobre todo en países emergentes. Paralelo a esto, uno ve riesgos relativamente importantes con un resurgir del nacionalismo económico, que sumado a tensiones de marco político traen incertidumbre. La comunidad, para reafirmarse en el crecimiento, requiere certezas, y es allí donde se ve una incertidumbre más bien de carácter político.
dpa: ¿Los factores de riesgo parten de Estados Unidos o provienen también de otras potencias?
Valles: La posición de Estados Unidos sobre el comercio, y más allá de su política comercial, es un factor fundamental pero no el único. En el campo político, los costos de la globalización y la percepción de la globalización como un fenómeno que genera perdedores comienza a hacer carne en las economías industrializadas. Es un fenómeno que no comienza con Trump, viene de tiempo atrás y no se reduce a Estados Unidos. El desarrollo tecnológico, con una revolución cada vez más acelerada que produce cambios en la forma de producción, de consumo y sobre todo en el empleo, genera una especie de ansiedad colectiva que si no es bien canalizada tiende a fenómenos como el populismo y el rechazo de la tecnología, visiones reaccionarias, regresiones como el «Brexit» (la salida de Reino Unido de la UE), la fragmentación y el ensimismarse sobre sus propios territorios o países, en el caso de Estados Unidos. Cuando proviene de economías centrales tiene efectos en el resto del mundo y a los países más débiles los deja en una situación todavía más expuesta y vulnerable.
dpa ¿Y qué ocurre desde el punto de vista comercial?
Valles: Este fenómeno se manifiesta en una visión negativa del comercio, que se ve como un problema, cuando en realidad el problema proviene de otro lado, y se trata de solucionar con medidas de índole comercial, por ejemplo subiendo aranceles. Esto puede generar una guerra comercial. Si bien los ministros de Finanzas no tienen competencia directa para regular la política comercial, tienen un rol a jugar para decir que esta suerte de creciente pero muy frágil crecimiento económico puede ponerse en grave riesgo con este tipo de políticas. No me cabe ninguna duda de que es el principal riesgo que enfrenta hoy la economía global, pone en discusión el sistema de reglas que hoy tenemos.
dpa: ¿Considera posible una reforma impositiva que alcance a la economía digital?
Valles: Lo veo muy distante. Si los pactos hoy existentes y las normas existentes, si la Organización Mundial de Comercio (OMC) está siendo negada en su fortaleza y capacidad de ser un foro de solución de diferencias y en su papel normativo, ¿entonces dónde se va a llegar a un acuerdo?. Si se está siendo antisistema, ¿cómo el sistema va a proporcionar soluciones?
dpa: ¿Cuáles son los puntos de discordia en torno al comercio electrónico?
Valles: Hay un compromiso desde 2001 de no introducir nuevos obstáculos al comercio electrónico. Pero no sólo se debe debatir sobre el tema de las restricciones y los derechos de importación de los bienes intercambiados, hay también mucho comercio de servicios a través de Internet. Hay un tema de protección al consumidor y defensa de la competencia que debería entrar en la agenda. Es una oferta prácticamente universal y los algoritmos comienzan a dialogar entre sí y empiezan a fijar precios y restringir la oferta, esto es algo que ya está generando la inteligencia artificial. Las autoridades de defensa de la competencia van muy detrás de la revolución tecnológica.
dpa: Uno de los temas que propone Argentina en su presidencia del G20 es promover la participación privada en los proyectos de infraestructura. ¿Qué condiciones deberían darse para que se concrete?
Valles: Es un tema bien importante y necesario. Si se observa la Agenda 2030 de Objetivos para el Desarrollo Sostenible, la pregunta que surge es cuánto tiempo va a llevar cumplirla pero sobre todo quiénes van a financiarla. Excede una visión estatista de que esos objetivos deben ser financiados por los Estados y debe comprometer una interacción con el sector privado. Hay una capacidad de inversión potencial que debe ser encausada hacia este tipo de proyectos. Algunos sectores demandan megainversiones y de muy largo plazo, de escalas muy grandes, como por ejemplo en materia de energía. La evidencia indica que es posible el ingreso de capitales privados, pero es necesario que los gobiernos ofrezcan certeza jurídica y, a su vez, los Estados necesitan garantías de que los inversores no habrán de abusar de los acuerdos de inversiones y marcos jurídicos existentes.
Por Cecilia Caminos (dpa)