Colonia, 1 mar (dpa) – «No es el presidente el que gobierna Estados Unidos»: así de rotundo se muestra el periodista y escritor Michael Wolff a hablar de Donald Trump durante una gira por Alemania para presentar la versión en alemán de su bestseller «Fuego y furia. En las entrañas de la Casa Blanca de Trump».
Trump no hace casi nada, pero todo sencillamente funciona, señala en entrevista con dpa. «El presidente no gobierna Estados Unidos. Damos demasiado peso al presidente. Hace una generación se podría haber pensado de forma razonable que el presidente es el centro de poder número uno».
«Pero ahora tenemos tecnología, finanzas, medios (…) y tenemos a este tipo en la Casa Blanca que en realidad no hace nada», señala Wolff al narrar su experiencia como periodista «empotrado» en la sede de Gobierno en Washington durante los primeros 200 días de mandato de Trump.
Allí fue testigo del caos, mentiras e invenciones, de luchas de poder internas y de una incapacidad difícil de creer en la nueva administración. Incluso los funcionarios cercanos al propio Trump se dieron pronto cuenta de que no estaba capacitado para el cargo, afirma Wolff.
Acciones concretas como la reforma fiscal fueron obra de los republicanos, asegura Wolff. «El líder de la mayoría republicana en el Congreso, Mitch McConnell, dijo: ‘Es un idiota, firmará todo lo que le presentamos’. Y la salida del Acuerdo de París pudo ser algo más bien simbólico, cuyas repercusiones no se conocen aún».
Wolff cree que los demócratas ganarán las elecciones de medio término al Congreso del próximo noviembre y que ello podría facilitar un procedimiento de destitución contra Trump. «Entonces la cuestión será si los demócratas quieren tenerlo fuera o dejarlo en el poder como símbolo de la ridiculez republicana».
Además, de seguir en el cargo no cree que Trump se presentase a la reelección en 2020. «Entonces tendrá 74 años», y optará por retirarse señalando que ya lo ha conseguido todo, cree el autor.
Tras sus revelaciones, muchos acusaron a Wolff de cometer errores e imprecisiones en su historia, pero él se defiende: «Esas críticas vienen de periodistas a los que les gustaría haber escrito este libro (…) Este es uno de los casos en los que el fin justifica los medios».
En cualquier caso, considera que su libro ha contribuido a que muchos dejen de intentar explicar racionalmente el fenómeno Trump para aceptar que «simplemente, es horrible».