Washington, 21 feb (dpa) – El ex presidente de Bolivia Jorge Quiroga (2001-2002) rechaza tajantemente la posibilidad de una invasión militar estadounidense en Venezuela y asegura que el debate que existe en torno a ella es ficticio y solo beneficia al Gobierno de Nicolás Maduro, sirviéndole como coartada.
«Invasión militar extranjera no va a haber», aseguró el político conservador en entrevista con la agencia dpa en Washington, donde este miércoles participó en un coloquio sobre las elecciones presidenciales del 22 de abril en Venezuela en el Atlantic Council, uno de los «think tanks» más conocidos de la capital estadounidense.
dpa: El debate público sobre la posibilidad de una intervención militar extranjera en Venezuela parece haberse incrementado en las últimas semanas. ¿Cuál es su opinión?
Quiroga: No va a haber. Es lo que el Gobierno de Venezuela quiere: que se discuta una invasión norteamericana, la agresión colombiana y el colonialismo español. ¿Para qué? Para que no se discuta la invasión cubana y de narcotraficantes y terroristas que ya está hace años instalada en Venezuela. Venezuela ha sido colonizada y ha sido invadida por militares cubanos, por ELN, por FARC. El Gobierno es muy hábil de acusar a otros de lo que ellos hacen para distraer la conversación. Invasión militar extranjera no va a haber.
dpa: Pero el presidente Donald Trump aseguró en agosto que no descartaba esa posibilidad y su asesor de seguridad nacional confirmó después que era una opción sobre la mesa, aunque no inmediata.
Quiroga: Sí, lo dijo y estuvimos en desacuerdo. Creo que hay que ser totalmente ignorante sobre la realidad norteamericana para pensar que en el Congreso norteamericano sería factible aprobar una intervención. No hay el espíritu ni el apetito para incrementar la presencia militar en Afganistán y Pakistán, menos va a haber en otro lugar. Hay declaraciones especulativas que muchas veces lo que buscan es crear fisuras dentro de los militares venezolanos.
dpa: ¿Esas fisuras podrían contribuir a un levantamiento militar?
Quiroga: Lo que los militares deben hacer es acatar la Constitución, bajar las armas, dejar de reprimir al pueblo y dejar de socapar y proteger al narcotráfico.
dpa: Usted sabe que unas declaraciones del secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, se entendieron recientemente en algunos sectores como una forma de alentar al Ejército a levantarse contra Maduro. Y posteriormente, el senador republicano Marco Rubio animó abiertamente a los militares venezolanos a hacerlo.
Quiroga: Lo que tienen que hacer (los militares) es ceñirse a la labor constitucional. Hay que parar el golpe militar que ha dado Maduro a cámara lenta: ha cancelado el revocatorio, ha castrado el Congreso, ha instalado una asamblea narco-cubana permanente. Se ha robado las regionales, se ha robado las municipales, ha desconocido el voto. Esto del 22 de abril solo es posible con el apoyo militar. La logística electoral la manejan los militares y ellos no deberían aceptar el prestarse a una coronación fraudulenta que no es elección. Los militares tienen que dejar de ser cómplices del golpe que Maduro viene ejecutando desde hace tiempo.
dpa: ¿Y eso cómo deben hacerlo en su opinión?
Quiroga: Respetando la Constitución, no participando en la elección fraudulenta del 22 de abril. Parando la represión, parando el narcotráfico, parando la corrupción. Los militares y el estamento superior son una casta criminal cleptocrática narcotraficnate. Hay que parar el golpe que está en curso.
JORGE QUIROGA (Cochabamba, 1960), conocido con el sobrenombre de «Tuto» e ingeniero de formación, fue presidente de Bolivia de agosto de 2001 a agosto de 2002. Desde 1997 era vicepresidente de Hugo Banzer y asumió el cargo cuando este renunció por un cáncer de pulmón. En 2005 y 2014 fue candidato a la presidencia de su país. Colaborador en «think tanks» como el Club de Madrid, el Diálogo Interamericano y el Freedom House, entre otros, está implicado desde hace años en el análisis de situación venezolana. En 2017 fue declarado «persona non grata» por el Gobierno de Maduro.
Por Sara Barderas (dpa)