Miami, 2 abr (dpa) – El estadounidense John Isner consiguió el título más importante en lo que va de su carrera al vencer al alemán Alexander Zverev en la final del torneo de tenis de Miami.
Isner, de 32 años, derrotó a Zverev con parciales de 6-7 (4-7), 6-4 y 6-4 tras dos horas y media de partido, y levantó así su primer trofeo de categoría Masters 1000 después de finales perdidas en Indian Wells, Cincinnati y París.
«Eres 12 años más joven que yo, tienes un futuro tan grande por delante. Gracias por dejarme ganar una», le dijo entre risas a Zverev el estadounidense, que llegará al noveno puesto del ranking con el triunfo.
El norteamericano, que sumó así el décimo tercer título de su carrera, jugó un gran tenis pese a un mal inicio de temporada, en la que sumaba apenas dos victorias.
Sin embargo, en Miami fue más allá de su saque, apenas cedió un set camino al título y derrotó a jugadores como el croata Marin Cilic, el coreano Hyeon Chung y, ya en semifinales, el argentino Juan Martín del Potro.
Frente a Zverev, fue un duelo muy igualado, en el que contaron mucho los detalles. Ni Zverev ni Isner cedieron en un primer set más bien plano, con cada uno apoyado en su turno de saque. El desempate, dominado por el alemán, marcó apenas un indicio, no una tendencia.
Isner siguió firme con su servicio, imperturbable pese al primer set perdido, y consiguió premio en el final de la segunda manga, cuando los intercambios tuvieron cotas de alto nivel.
En momentos así, como el noveno y el décimo juego, el norteamericano volvió a demostrar que no es solo un jugador de servicio, y definió con precisión y audacia varios puntos intensos. Y encontró premio, además, cuando obligó a un tercer set definitivo al tomar el saque de Zverev.
El estadounidense, envalentonado, puso en aprietos a Zverev ya en el arranque del tercero, y continuó así con varios puntos de quiebre más. Zverev no pudo salvar el último de ellos, cuando sacaba con 4-4, y allí Isner olió el título.
Al saque, el gigante de 2,08 metros de altura firmó un juego implacable, en blanco, que redondeó sin atenuantes su primera gran victoria en el circuito.