Cannes, 14 may (dpa) – «El papa Francisco, un hombre de palabra», el documental que firma Wim Wenders y que ayer se estrenó en Cannes ha sido también una revelación para el propio director alemán de 72 años.
«Lo que realmente me ha conmovido es su profunda preocupación por el planeta (…). Me ha impresionado sobre todo cómo ha unido el problema del cambio climático y la pobreza. Cómo los que son más pobres son también los que más sufren por el cambio climático», dijo Wenders («Der Himmel über Berlin») a dpa.
Antes de la proyeccción, Wenders lamentó entre bromas que la «estrella» de su película no hubiese podido viajar a Cannes.
El documental, la obra más convencional del cineasta alemán, parte de una iniciativa del Vaticano y está integrado en gran medida por intervenciones del pontífice argentino, realizadas durante sus viajes desde que llegó a la Catedral de San Pedro. Tampoco cuenta con entrevistas a conocidos del pontífice que den una dimensión más humana del primer jesuita y el primer prelado del continente americano que dirige la Iglesia católica romana.
El metraje expone sin contrapunto algunas de sus ideas, sus opiniones y convicciones.
El mundo de hoy es un mundo sordo, que no escucha, dice el pontífice en el documental en una de las pocas ocasiones en que se dirige directamente a la cámara de Wenders.
A muchos les resulta indiferente el sufrimiento de los demás, agrega Francisco, de 81 años, que carga contra las injusticias sociales, el «saqueo de la Tierra» y la exclusión de las personas de otras culturas y religiones.
«Hay mucha pobreza y eso es un escándalo (…). Muchos sucumben a la tentación de la riqueza, también en la Iglesia», se le escucha decir al pontífice, defensor de una Iglesia más cercana al pueblo.
El cineasta no menciona temas espinosos como el aborto, pero sí se replican las imágenes de cuando defendió a los gays, sus palabras en el Congreso de Estados Unidos contra la venta de armas o la pedofilia de los curas, un tema en el que se muestra tajante y pide «tolerancia cero». «Los obispos deben apartarlos y acompañar a los padres (de las víctimas) en la demanda civil. (La pedofilia) es el peor crimen», dijo.
Pese a que en los últimos años los trabajos en la ficción de Wenders no han tenido el impacto de obras anteriores suyas como «Paris Texas», el veterano realizador ha brillado con documentales como los aplaudidos «Buena Vista Social Club» (1999), «Pina» (2011) o más recientemente «La sal de la Tierra», centrado en la obra del fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado.
Sin embargo, en esta ocasión se nota que se trata de un encargo, pues la cinta carece del toque personal del realizador alemán.