(dpa) – Siete meses después de la muerte del ex canciller alemán Helmut Kohl, su segunda esposa, Maike Kohl-Richter, acusa a los dos hijos del político conservador de hacer negocio con la relación que tenían con su padre y de buscar el contacto con los medios, algo que hizo sufrir mucho al dirigente.
Los enfrentamientos entre los hijos de Kohl y su viuda, lejos de apagarse, siguen así vigentes. En una entrevista con la revista alemana «Stern» publicada hoy, Kohl-Richter se lamenta también de la percepción que existe sobre ella.
«Mi marido y yo fuimos descritos como totalmente inflexibles y me consideran un monstruo que mantuvo alejados a los pobres hijos de su padre y abuelo», declaró la mujer, de 53 años, que se siente como «un ejemplar de caza al que le han levantado la veda».
Maike Kohl-Richter fue señalada por diversas fuentes como la responsable del distanciamiento de Kohl con sus hijos Walter y Peter. Tras la muerte del ex canciller, Walter no pudo entrar con los dos nietos a la casa y ninguno de los hermanos, que lamentaron públicamente la ruptura de la relación con su padre, asistió tampoco al entierro.
Kohl-Richter confirmó que los hijos y su familia ya recibieron en vida de Kohl un millón de euros para evitar disputas sobre la herencia. Sin embargo, eso no evitó enfrentamientos con los hijos e incluso los medios de comunicación hicieron reproches a la viuda. Estos divulgaron muchas informaciones falsas, según Kohl-Richter, que recibió numerosas cartas en las que la insultaban. Y en las que sin venir a cuento le decían «cómo debía enterrar a mi marido, cómo debía llevar mi vida y comportarme», recordó.
«Mi marido declaró ya en 2007 en un testamento escrito a mano que yo debo ser la única heredera y contacto en relación con su legado», afirmó. Para Helmut Kohl era importante que «el legado permaneciera junto y fuera tratado con seriedad», agregó con la mirada puesta en una futura fundación del ex canciller fallecido el 16 de junio de 2017.