Berlín, 1 mar (dpa) – Ya se habla de ella como el nuevo Facebook, el nuevo Twitter o el nuevo Instagram: desde hace unos días, la nueva red social Vero está en boca de todos. Y lo cierto es que esta app para smartphones supone una combinación de las tres anteriores aunque, según los expertos, no aporta demasiadas novedades.
Vero llega como una nueva red social sin publicidad, cuyos destinatarios son sobre todo esa gente joven a la que enervan los banners publicitarios. Por el momento, es gratuita para los primeros que se registren -que según la web ya superan el millón- aunque en algún momento habrá que pagar por ella. Su particularidad es que está diseñada para compartir contenido de forma más selectiva, sin algoritmos que filtren la información.
«Las particularidades de Vero ya las ofrecieron en su día Facebook, WhatsApp o Instagram», apunta el experto alemán en redes sociales Felix Beilharz. «También Facebook funcionaba antes sin algoritmos. Pero a partir de un determinado tamaño deja de ser factible, porque los usuarios tendrían diariamente miles de notificaciones en sus muros», añade. Y también Facebook, Twitter e Instagram comenzaron sin publicidad.
Por eso, no le augura una larga vida, pues a su juicio la nueva red social se parece demasiado a sus competidoras. «Podría ocurrir que al cabo de medio año deje de existir», sostiene. No en vano, eso mismo le ocurrió hace aproximadamente dos años a la app Ello o a Mastodon el año pasado.
Además, tampoco está del todo clara la cuestión de la protección de datos: para conectarse a la red, Vero exige obligatoriamente el número de teléfono, entre otros motivos para comprobar la autenticidad del usuario. Y según la jurista de la asociación alemana de consumidores Karola Elbrecht, esto es «cuestionable». Además, no se informa del requisito en el momento de la descarga.
Lo que sí diferencia a Vero de otras redes sociales es que esta app permite elegir con quién compartir lo que cada cual publica -ya sea texto, fotos, música, libros, películas…- distinguiendo entre amigos más íntimos, amigos, conocidos o simplemente seguidores. Como sus competidoras, también aquí hay «likes» y la posibilidad de dejar comentarios.
En los últimos días, algunos famosos o «influencers» como la cantante estadounidense Rita Ora, el cineasta Zack Snyder o la revista «Paris Match» se han pasado a Vero. Aunque también en Twitter se leen las quejas de sus primeros usuarios: «No me entero de nada y funciona entre mal y peor que mal. Pero por ahí ando», comentaba una seguidora. Incluso se ha creado el hashtag #deletevero (eliminen Vero) como rechazo al «boom» de la app.
Y es que, más allá de los problemas técnicos del arranque, muchos usuarios desconfían de esta red social, detrás de la cual figura el polémico millonario Ayman Hariri, hijo del ex primer ministro libanés Rafic Hariri. Según afirma en la web, la idea surgió de su frustrante experiencia con otras redes sociales. Fue vicedirector gerente de Saudi Oger, una de las mayores constructoras de Arabia Saudí
Por Christoph Zeiher (dpa)