Buenos Aires, 20 feb (dpa) – El líder sindical Hugo Moyano medirá mañana fuerzas con el Gobierno argentino de centroderecha de Mauricio Macri en una marcha en Buenos Aires a la que se adherirán algunos sectores de la oposición, en momentos en que los gremios negocian aumentos salariales para contrarrestar la inflación.
Moyano, un influyente e histórico jefe gremial peronista y presidente del club de fútbol Independiente, convocó la marcha en medio de una ofensiva judicial en su contra.
La protesta contará con el apoyo de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), que nuclea a gran parte de los gremios de trabajadores públicos; el gremio de trabajadores bancarios, el de maestros y el de dragado y balizamiento, liderado por uno de los integrantes del triunvirato que comanda la histórica central obrera Confederación General de Trabajadores (CGT).
También se sumarán a la protesta varios movimientos sociales y un sector de la oposición, en su mayoría partidos de izquierda y sectores peronistas cercanos al kirchnerismo.
Un amplio abanico de sindicatos decidió en tanto no sumarse a la marcha, entre ellos los otros dos miembros del triunvirato de la CGT y los gremios de empleados de comercio, construcción, metalurgia, transporte automotor y sanidad. «Es por una pelea personal entre Moyano y Macri, no voy», afirmó el jefe de los gastronómicos, Luis Barrionuevo.
El sindicato de camioneros espera congregar unas 200.000 personas sobre la ancha avenida 9 de Julio, a pocos metros del Ministerio de Desarrollo Social que cuenta con enormes retratos de Eva Perón en la altura del edificio.
Más allá de la convocatoria de Moyano, la movilización podría convertirse en una expresión del descontento popular contra el Gobierno de Macri por la pérdida del poder adquisitivo ante una inflación aún indomable y el aumento de tarifas, en medio de una lenta reactivación económica que no logra alcanzar a todos los sectores y genera pérdida de empleos.
Tras los graves enfrentamientos que hubo en las protestas ocurridas en diciembre en contra de la reforma del sistema de jubilaciones y pensiones, en las que las fuerzas de seguridad reprimieron a los manifestantes que lanzaban piedras y palos, esta vez el operativo de seguridad estará a cargo del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
El Gobierno relativiza la protesta, al asegurar que fue convocada como una respuesta de Moyano a las investigaciones judiciales en su contra. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, afirmó que «es una marcha que tiene como principal impulsor un tema personal de un dirigente sindical que entiende que no tiene que ser igual que cualquier otro ciudadano frente a la Justicia».
«Acá no es que si junta mucha gente en la marcha no va a tener que ir a declarar a la Justicia. Esto en esta Argentina del cambio no pasa más. Hoy somos todos iguales ante la ley, desde el presidente hasta cualquier dirigente sindical», advirtió Frigerio.
El dirigente sindical rechazó, sin embargo, la posición gubernamental: «Algunos siempre nos colocan bajo sospecha. Son quienes se creen los puros y castos y que tienen autoridad para atacar al sindicalismo. Yo me pregunto, ¿tener algo es ser deshonesto?».
Moyano es investigado por varios motivos, en medio de una ofensiva judicial contra líderes sindicales enriquecidos durante sus gestiones y sospechosos de corrupción.
La Procuradoría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) investiga un cruce de transferencias millonarias entre el presidente de la empresa de correo privado OCA y el gremio que lidera Moyano, en medio de sospechas de que la compañía sería manejada en realidad en las sombras por el líder sindical. Él y su hijo Pablo son investigados por lavado de dinero y evasión impositiva.
Moyano es investigado además por sus supuestos vínculos con la «barrabrava», la hinchada violenta, de Independiente que podrían configurar una presunta asociación ilícita. Además, en otra causa, el gremio de camioneros estaría involucrado en delitos de evasión. También fue denunciado por haber hecho negocios con empresas comandadas por familiares directos de Moyano.
Por Cecilia Caminos (dpa)