Berlín, 17 feb (dpa) – A finales de 2015 casi un millón de refugiados llegaron a Alemania, muchos de los cuales acabaron en Berlín, donde las autoridades acondicionaron los antiguos hangares del emblemático aeropuerto Tempelhof para darles cobijo. Ahora, más de dos años después, su historia aterriza en la Berlinale.
«Central Airport THF» del director brasileño Karim Ainouz, que se estrenó hoy mundialmente en la sección Panorama del Festival Internacional de Cine de la capital alemana, acerca el día a día de los refugiados en el antiguo aeropuerto a través de la historia de Ibrahim Al Hussein, un sirio de 18 años que llegó a Berlín desde Alepo.
«Las pistas de aterrizaje y despegue del aeropuerto de Tempelhof se convirtieron en un parque público en 2010 y los hangares albergaban grandes eventos. Yo voy con frecuencia allí porque está cerca de mi casa», comentó hoy durante la rueda de prensa de presentación. «Sin embargo, los hangares sufrieron una profunda transformación con la llegada de los refugiados en 2015».
«Yo estaba allí cuando la gente comenzó a llegar en noviembre-diciembre de 2015 y quise documentar la experiencia de gente huyendo de la guerra y siendo alojada en un antiguo aeropuerto alemán», recordó, al mismo tiempo que señaló que se decidió a grabar un documental impulsado por el enfado que le generaba ver cómo los medios sólo mostraban imágenes de gente en grupo sin poner cara ni nombres a las personas.
«Pensé que lo interesante no era sólo ver cómo llegaron aquí, sino también cómo eran sus vidas aquí. Personas que vivían juntas aquí», indicó.
El cineasta de películas como «Praia do Futuro» (Futuro Beach) acudió durante seis meses cada semana a los hangares para conocer a la gente y hablar con ella. «Conocí a la gente que vivía allí y a la que trabajaba allí. Seis meses después fui con mi cámara y entendieron por qué quería grabar», relató.
Ainouz, de padre argelino, grabó durante un año, algo que queda recogido en el film en un ciclo dividido en meses. «Era importante ver a la gente a través de las diferentes estaciones».
El documental entrelaza imágenes del ocio de los berlineses en el parque de Tempelhof con la vida cotidiana de los refugiados y de los voluntarios y trabajadores que ayudan a los solicitantes de asilo como el iraquí Qutaiba Nafea, que llegó en 2015 también como refugiado después de tener que huir de su país para salvar su vida y que ahora ayuda como traductor en el centro médico de Tempelhof.
Nafea, diplomado en psicoterapia por el Instituto Médico de Bagdag, recuerda muy bien esos primeros meses de afluencia masiva a la capital alemana. «Muchos llegaron y estaban enfermos, porque llegaron a finales de noviembre y tras su paso por los Balcanes tenían fiebre», indicó en la comparecencia ante los medios.
La falta de voluntarios en un primer momento le impulsó a acudir a ayudar como traductor, ya que él mismo residió en Tempelhof hasta febrero de 2016, antes de conseguir un trabajo a tiempo completo en el departamento médico donde aún sigue. Para él documentales como éste son importantes porque «hay gente que piensa en los refugiados en términos violentos y hay que mostrarles que están equivocados».
Clases de alemán, exámenes médicos, conversaciones sobre la incertidumbre de si lograrán finalmente ser reconocidos como refugiados o si serán expulsados por el Gobierno alemán, todo ello enlazado con la voz en off del propio Ibrahim Al Hussein, que relata sus recuerdos.
«Lo escribí para transmitir mis recuerdos y mis sentimientos de cuando llegué a Alemania», explicó el joven sirio, que llegó solo en octubre de 2015 a Alemania tras despedirse de su familia que continúa en Alepo. Tras vivir en Tempelhof desde enero de 2016 hasta marzo de 2017, ahora trabaja en un cine de Berlín y espera continuar con su educación. «Quería olvidar todo y empezar una nueva vida».
Junto con Al Hussein y Nafea, el otro gran protagonista del film es el propio aeropuerto en sí. «Es uno de los sitios más interesantes de Berlín. Es un lugar de reinvención. Es muy interesante ver cómo evoluciona. Si se mira la historia se ven todos sus cambios a lo largo de las décadas y quería mostrar cómo está ahora», comentó sobre el gran proyecto arquitectónico del régimen nazi en el sur de Berlín, famoso también por el puente aéreo aliado establecido durante el bloqueo soviético a la capital entre 1948 y 1949.
Además de este documental se podrá ver también en la sección Panorama la alemana «Styx» de Wolfgang Fischer, que relata la historia de una médico alemana de 40 años que emprende un viaje en un velero por el Mediterráneo donde se encuentra con una pequeña embarcación con una docena de refugiados que intentan llegar a Europa.
«Queríamos mostrar una situación real que ocurre estos días», comentó su director en la rueda de prensa de presentación. «Cómo actuaríamos en una situación así. Ella está sola. Es un drama metafórico que cuenta mucho del mundo, de cómo es y hacia dónde va».
Por Almudena de Cabo (dpa)