Madrid, 19 mar (dpa) – El barco con el que Proactiva Open Arms viene rescatando del mar a miles de migrantes que se juegan la vida para cruzar de África a Europa quedó retenido en Italia el domingo por orden de un fiscal. El director de la ONG española solo encuentra un motivo para la inusual situación creada.
«El único sentido es parar el barco. Ahora han encontrado un motivo. Pueden tenerlo dos meses u ocho», sostuvo Oscar Camps en una entrevista telefónica con la agencia dpa. El fundador y jefe de Proactiva Open Arms adelantó que la ONG no descarta pedir responsabilidades legales por lo ocurrido.
El incidente comenzó el jueves, cuando la guardia costera libia amenazó con disparar al barco si no entregaba a los más de 200 inmigrantes que había rescatado antes en alta mar, según denunció la ONG, que se negó a entregar a los ocupantes.
Tras varias horas de incertidumbre, la nave recibió permiso para atracar en el puerto e Pozzallo, Sicilia. El domingo, un fiscal italiano ordenó retener el barco y acusó al capitán y a dos miembros de asociación criminal para fomentar la inmigración ilegal.
dpa: El secuestro del barco es preventivo y un juez tiene que decidir aún qué ocurre. ¿Confían en que el caso se resuelva pronto?
Camps: No confiamos en que se resuelva pronto. Las acusaciones buscan precisamente retener el barco. Si después de tantas misiones se monta esto por un incidente menor, el único sentido es parar el barco. Ahora han encontrado un motivo. Pueden tenerlo dos meses u ocho.
dpa: ¿Los tres acusados siguen en el barco?
Camps: Sí. No están detenidos, solo acusados. Están en el barco, que es su casa, pero tienen libertad de movimiento.
dpa: Entiendo que parte de la acusación se basa en una posible violación del código de conducta que la ONG firma para trabajar con Italia, pero ese código no es legalmente vinculante.
Camps: Parece que para ellos el código sí es vinculante. Pero se trata de pautas de trabajo, condiciones que Italia fija para trabajar ahí. Los convenios internacionales están por encima de eso.
dpa: ¿Entonces qué convenios o ley internacional violaron desde el punto de vista de la acusación?
Camps: No lo sé exactamente. Sabemos de lo que se nos acusa, pero no los motivos que tienen. Nosotros sí que obedecimos. Si Italia no quería que atracáramos con los inmigrantes, pudo tranquilamente no habernos dejado entrar. Pero lo permitieron. No tiene sentido.
dpa: Bruselas pareció tomar hoy distancia de la postura de la ONG y señaló que hay que respetar el código de conducta de Italia. También el Gobierno español fue cauto. ¿Esperaban más apoyo?
Camps: Detrás de Italia está la Comisión Europea. Si esta es la política de la Unión Europea y si estos acuerdos con Libia están bendecidos por la Unión Europea, poco puede decir España. Ahora bien, España tiene un barco con su bandera retenido. El Gobierno no puede esconderse.
dpa: Sin el apoyo directo de las autoridades, ¿en quién se apoyan? ¿Se sienten algo abandonados?
Camps: Siempre hemos estado solos. Nunca nos ha apoyado nadie. Solo la ciudadanía. Cuando nos amenazaron de muerte en el mar -una amenaza que duró dos horas- pedimos auxilio a Italia e Italia nos remitió a España, que estaba bastante lejos para actuar. Hemos sido amenazados y abordados. Nos reservamos el derecho de exigir responsabilidades a quien toque.
dpa: ¿Cuántas personas llevan rescatadas en el mar?
Camps: Desde la misión en Lesbos lanzada en septiembre de 2015 a la misión en el Mediterráneo, unas 58.000 personas.
Por Alvise Armellini y Pablo Sanguinetti (dpa)