Berlín, 6 may (dpa) – En el lugar donde en el pasado había una gran intersección hay ahora un café. Se encuentra en una plaza que lleva el nombre del político socialdemócrata alemán Alfred Scholz, quien en los años 20 del siglo pasado fue el primer alcalde del distrito berlinés de Neukölln. Sin embargo, los hipsters del barrio la llaman simplemente «La Plaza».
El lugar no tiene nada de pompa y grandeza. Hay un comercio de gangas, una pequeña tienda para bebidas y víveres y el café arriba mencionado. El local se llama «Rixdorf», porque está justo a la entrada de Rixdorf, el barrio bohemio del que nació Neukölln. No solo se sirve todo tipo de cafés, sino también comida vegana.
Neukölln es un distrito que cambia permanentemente, un crisol cultural. El barrio tiene un marcado carácter turco y árabe, sobre todo las grandes calles Sonnenallee, Karl-Marx-Straße y la Hermannstraße. Su encanto especial atrae a muchos turistas.
En «La Plaza», uno se topa con toda la diversidad de habitantes de Neukölln: estudiantes internacionales, jóvenes empresarios y turistas fiesteros que se alojan en viviendas de alquiler. Al mismo tiempo hay muchos sin techo.
La mayoría de los restaurantes turcos se encuentran en la Karl-Marx-Straße, que discurre junto a la plaza y que hacia el sur solo cuenta con un carril. El proyecto desarrollado para reducir la velocidad del tráfico y revalorizar el barrio se llama «Acción Karl-Marx-Straße». También a este proyecto se debe la actual existencia de «La Plaza».
Sin duda, este lugar es feo y totalmente desordenado. Sin embargo, su apariencia desmoronada engaña. Aquí y en las inmediaciones de «La Plaza» hay una densidad de cafés y bares que parece insuperable y que ha convertido el barrio en un imán para gente joven alemana y extranjera, a pesar de que los alquileres han aumentado notablemente en los últimos años, al igual que la escasez de viviendas.
«La Plaza» es un buen punto de partida para explorar este barrio cosmopolita. Aquí comienza una colina que conduce al barrio Schillerkiez, donde se encuentran no solo numerosos cafés, sino también un antiguo aeropuerto, el de Tempelhof, que abarca una superficie de 350 hectáreas y que en verano está lleno de gente joven.
En dirección opuesta desde «La Plaza» uno llega a Rixdorf. Con sus bonitas casas de paredes entramadas, es un inesperado idilio que contrasta con el bullicio de la Karl-Marx-Straße.
Sobre todo en Kreuzkölln, el barrio rojo de Neukölln, situado al norte de la Sonnenallee hay una enorme cantidad de bares. Aquí la cerveza generalmente es bastante barata y, además, en muchos bares está permitido fumar. Probablemente el local que está más lleno de humo es «Das Gift» (El Veneno). En este «expat bar» (bar de expatriados) se habla casi exclusivamente inglés.
Los fines de semana muchos de estos bares están llenos a reventar. Por esta razón, delante del «TiER» hay un semáforo que indica qué tan lleno está. Los viernes y los sábados, el semáforo casi siempre está en rojo.
Por Max Link (dpa)