Múnich, 17 feb (dpa) – Las pruebas de que Rusia intentó interferir en las elecciones presidenciales de 2016 de Estados Unidos «son ahora indiscutibles», dijo hoy el asesor presidencial de seguridad estadounidense, Herbert Raymond McMaster.
«Como se puede ver en la imputación del FBI, la evidencia es ahora indiscutible y de dominio público, mientras que en el pasado había sido difícil de atribuir por una serie de razones», señaló el asesor del presidente Donald Trump en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
«Pero ahora está en el ámbito de una investigación legal y será muy evidente para todo el mundo», dijo McMaster.
En Washington, el fiscal especial Robert Mueller acusó el viernes formalmente a 13 rusos y tres empresas de ese país por injerencia del Kremlin en las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Las declaraciones del general McMaster son hasta ahora las más claras de la Casa Blanca al respecto. Trump hasta ahora había desestimado la posibilidad de una injerencia rusa en las elecciones y afirmado que se trataba de un «invento».
Los rusos son imputados por delitos federales y por el intento de dañar el sistema político de Estados Unidos. En la acusación de 37 páginas, los fiscales describen un sofisticado complot para favorecer la campaña de Trump y socavar la de la rival demócrata Hillary Clinton.
El ministro del Exterior de Rusia, Serguei Lavrov, se mostró imperturbable ante las acusaciones elevadas por la justicia de Estados Unidos contra 13 ciudadanos rusos.
«Mientras que no dispongamos de los datos, serán sólo habladurías», dijo el jefe de la diplomacia rusa en una intervención en la segunda jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich, la cita anual de políticos, diplomáticos y expertos de defensa. Lavrov declinó hacer más comentarios al respecto.
Mueller también imputó a la empresa Internet Research Agency LLC de orquestar una campaña de Internet para influir en la campaña presidencial de Estados Unidos a través de las redes sociales.
Los acusados se encuentran en Rusia, fuera del alcance de la justicia estadounidense. Los cargos no están dirigidos expresamente contra el Gobierno de la Federación Rusa.