Durante la década de la pasada década de los años 90 el fútbol noruego vivió una época dorada, con varios clubes y jugadores que han dejado su sello y recuerdos en la escena nacional e internacional. En este periodo, el fútbol en Noruega comenzaba a consolidarse, llamando la atención tanto de seguidores locales como de la comunidad futbolística global.

Uno de los clubes más destacados de esa década fue el Rosenborg BK. Este equipo, con sede en Trondheim, dominó la Eliteserien, la máxima categoría del fútbol noruego. Rosenborg ganó el campeonato liguero en casi todas las temporadas de los años 90, desde 1990 hasta 1999, con excepción de 1991. Bajo la dirección de Nils Arne Eggen, el club no solo estableció un reinado local sino que también hizo su nombre en la UEFA Champions League, participando regularmente en la fase de grupos y logrando derrotar a grandes equipos europeos.
Entre los jugadores estrella de Rosenborg se encontraban nombres como Harald Brattbakk, un prolífico delantero que se convirtió en el máximo goleador de la liga en varias ocasiones, y Bent Skammelsrud, un centrocampista esencial en la estructura táctica del equipo. Carew, uno de sus delanteros más notables, también comenzó su carrera en este periodo, antes de convertirse en un reconocido jugador internacional.
Por su parte, otro club que brilló en los 90 fue el Lillestrøm SK, que aunque no alcanzó el mismo nivel de éxito que Rosenborg en términos de títulos de liga, fue un constante rival y mantuvo una sólida presencia en la competición. Figuras como Geir Frigård y Hege Riise, uno de los pocos ejemplos de clubes que trabajan tanto en el fútbol masculino como femenino, destacaron por su influencia y habilidades en el campo.
En la escena internacional, Noruega también tuvo importantes jugadores que comenzaron en clubes locales antes de dejar su huella en ligas más importantes. Ole Gunnar Solskjær, conocido cariñosamente como el «asesino con cara de niño», es un perfecto ejemplo de este fenómeno. Inició su trayectoria en el Molde FK antes de un exitoso periodo en el Manchester United, donde se convirtió en una leyenda, especialmente por su gol decisivo en la final de la Champions League de 1999. Este éxito internacional también contribuyó a elevar el perfil del fútbol noruego durante la década.
La década de los 90 fue un periodo de crecimiento y reconocimiento para el fútbol noruego, con el Rosenborg BK marcando la pauta en la liga local y jugadores como Solskjær alcanzando la fama internacional.