Lima, 1 mar (dpa) – Un ex representante en Lima de la constructora brasileña Odebrecht, Jorge Barata, abrió el miércoles al parecer una gran olla podrida en la política peruana, al señalar que esa empresa, acusada de prácticas corruptas, financió a buena parte de las principales candidaturas presidenciales en 2006 y 2011.
A continuación, algunas claves para entender los alcances de las revelaciones de Barata:
¿Quiénes están implicados en las supuestas financiaciones?
Entre otros los cuatro últimos presidentes elegidos democráticamente en el Perú: Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, y la actual líder principal de la oposición, Keiko Fujimori, hija del ex mandatario Alberto Fujimori.
¿Cuanto dinero les entregó Odebrecht a esas candidaturas y a través de quiénes, según Barata?
Son distintas cifras. A Humala se le dieron tres millones de dólares en su triunfo de 2011, por pedido del entonces gobernante Partido de los Trabajadores de Brasil. La principal receptora fue su esposa, Nadine Heredia. Ambos están presos desde julio por el caso.
A Fujimori se le habrían entregado 1,2 millones de dólares en 2011 mediante los dirigentes de su partido Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya Cámere -que se fueron del Perú el lunes-, y el líder gremial del empresariado Ricardo Briceño. A Toledo, 600.000 dólares para su campaña reeleccionista de 2011 por medio de su jefe de seguridad, Avi Dan On.
A Kuczynski, siempre según la versión de Barata, se le dieron 300.000 dólares en 2011 a través de su asesora Susana de la Puente, hoy embajadora en Londres, y a García 200.000 dólares para su campaña triunfante de 2006 por manos del entonces número dos de su Partido Aprista, Luis Alva Castro.
¿Por qué se trataría de presuntos delitos, si en el Perú está permitido que empresas financien campañas elecorales?
Porque ninguno de los supuestos beneficiarios reportó el ingreso. La deducción de la Fiscalía es que montaron entonces operaciones para introducir ese dinero en el circuito legal, lo que constituye lavado de activos y asociación para delinquir.
¿Podrían complicarse aún más las figuras delictivas?
Sí, porque, según Barata, el dinero fue extraído de la caja que tenía Odebrecht para pagar acciones ilegales. Es decir, en ningún caso habría habido transparencia desde el principio, por lo que se estaría ante la figura de financiación ilegal.
¿En qué otro proceso electoral participó Odebrecht, según Barata?
En un plebiscito en Lima en 2013, cuando se quiso destituir a la entonces alcaldesa, Susana Villarán, por supuesta incapacidad. La burgomaestre, que se salvó en las urnas, recibió presuntamente fondos de la constructora, aunque no se sabe en qué montos.
¿Qué han respondido los supuestos beneficiarios?
Todos han dicho por distintas vías que no recibieron nunca dinero de Odebrecht y destacan que Barata no los haya mencionado entre quienes personalmente recibieron dinero. Para los analistas, es iluso pretender que en un acto ilegal sean los propios líderes quienes se expongan con su presencia.
¿Es la financiónn de campañas el único acto de presunta corrupción que involucra a Odebrecht en el Perú?
No, es solo una parte. También hay acusaciones de sobornos pagados a cambio de contratos, no solo con el Gobierno central, sino con administraciones departamentales y municipales. Toledo, por ejemplo, está prófugo desde hace un año, pues se le acusa de recibir 20 millones de dólares a cambio de entregar la realización de una carretera.
¿Por qué hizo estas revelaciones Barata, que hasta ahora solo había señalado a Humala en el asunto electoral?
Porque tiene un acuerdo de cooperación con la Justicia de Brasil. Si se prueba que miente u omite información, puede perder los beneficios negociados.
¿Por qué es Barata el hombre clave en todos los hechos?
Porque representó a la empresa en el Perú en la época de los delitos reconocidos. Marcelo Odebrecht, ex CEO de la compañía, ya había deslizado dudas, pero con la aclaración de que era Barata quien sabía los nombres, montos y circunstancias.
¿Qué consecuencias pordrían tener las revelaciones?
En teoría varios líderes de primer nivel podrían ir a la cárcel, como ya pasa con Humala y pasará con Toledo si Estados Unidos lo extradita. Kuczynski, además, podría ser destituido eventualmente por el Congreso por «incapacidad moral».
¿En qué circunstancias se produj eron las rev elaciones?
Cuando el fiscal José Domingo Pérez, encargado del caso Fujimori, interrogó el miércoles a Barata en Sao Paulo y éste habló más que de ese tema concreto. El martes ya había intentado hacerlo, al ser interrogado por el fiscal del caso Humala, Germán Juárez Atoche, pero éste no lo dejó explayarse.
Por Gonzalo Ruiz Tovar (dpa)