Berlín, 6 feb (dpa) – La banda Franz Ferdinand protestó con una canción en 2016 contra el presidente estadounidense, Donald Trump, expresó su desacuerdo con la política sanitaria de Theresa May en un programa de televisión y no es un secreto que el cantante, Alex Kapranos, considera el «Brexit» una decisión terrible. El grupo de indie rock de Glasgow es cada vez más político y su nuevo disco, «Always Ascending», no es una excepción.
El nuevo trabajo, que saldrá a la venta el 9 de febrero, cuenta con algunas canciones con tintes políticos. En el tema «Huck and Jim», por ejemplo, se hace patente la crítica a Estados Unidos, cuando Kapranos canta sobre el NHS, el sistema sanitario público de Reino Unido que también es continuamente motivo de disputa entre los británicos.
«Paper Cages» también puede entenderse como un tema político cuando el grupo anima a los oyentes a abandonar las «jaulas de papel» sociales. Sin embargo, «Always Ascending» está lejos de ser un disco político.
También hay temas dedicados a la diversión, como la oda a la vaguería de «Lazy Boy», y el grupo se esfuerza en crear melodías bailables. Por eso recurren a sus típicos sonidos de guitarra, y eso que es el primer álbum con la nueva configuración de la banda.
Hace un año y medio, el cofundador y guitarrista del grupo Nick McCarthy dejó Franz Ferdinand para dedicarse a su familia, siendo sustituido por Dino Bardot (anteriormente en 1990s) en la guitarra y Julian Corrie en el teclado. Los dos son viejos conocidos del grupo de la escena musical de Glasgow.
Gerade Corrie, quien se ha creado un nombre como «Miaoux Miaoux» creando remixes, contribuyó al nuevo trabajo con un mayor uso del sintetizador («Always Ascending», «Feel the Love Go»).
La música de Franz Ferdinand siempre ha sido bailable, pero ahora se acerca más a la música disco, quizá porque a Kapranos le encanta ver cómo la gente se tropieza en los clubes con los cambios de ritmo, según contó a dpa en una entrevista.
Sin embargo, «Always Ascending» tampoco es un álbum de música electrónica. «Todo lo electrónico que se escucha en el disco es manual: también los sintetizadores están manejados a mano, no hay nada programado», destaca Kapranos. No vaya a ser que los fans más veteranos se sientan decepcionados.
El grupo se dio a conocer en 2004 con su álbum debut «Franz Ferdinand», un trabajo reconocido por la prensa musical como de gran calidad y divertido. Canciones como «Take me out» o «Dark of the Matinée» sonaron una y otra vez en los clubs indie.
Con los siguientes trabajos, los escoceses siempre consiguieron llegar a las listas internacionales de ventas, a los escenarios de grandes festivales de rock y a las páginas de las revistas especializadas.
Los críticos los relacionan con Bloc Party, Kaiser Chiefs y otras bandas del britpop. Pero Franz Ferdinand nunca se ha sentido a gusto con esa etiqueta. El britpop hace referencia en realidad a los grupos británicos de Mánchester y Londres, dice Kapranos.
«Pero nosotros somos de Glasgow, es un mundo totalmente diferente», al igual que un berlinés no es un austriaco, explicó. «El idioma es el mismo, pero completamente diferente», agregó.
Y así es como los cinco integrantes del grupo quieren que se entienda su nuevo trabajo: con la esencia de Franz Ferdinand, pero completamente diferente.
Por Marie Frech