Madrid/Nyon, 12 abr (dpa) – La UEFA celebrará mañana el sorteo de semifinales de la Liga de Campeones con los representantes de las cuatro Ligas más potentes del continente y sin un favorito, pues cada uno de los equipos clasificados reparte méritos y debilidades en su camino hacia la corona.
El español Real Madrid, el alemán Bayern Múnich, el inglés Liverpool y el italiano Roma serán los conjuntos que entrarán en el sorteo que se celebrará mañana en la ciudad suiza de Nyon para determinar unos emparejamientos que prometen enormes emociones.
En principio, el rival a batir sería el Real Madrid, que aspira a ganar su tercer título consecutivo y su cuarto en cinco años, un reto de dimensiones mastodónticas. Sin embargo, la forma en cómo se produjo su pase albergó suficientes dudas como para discutir su condición de máximo aspirante.
Su clasificación fue angustiosa. Después de ganar 3-0 en la ida jugada ante la Juventus en Turín, el equipo italiano igualó la eliminatoria en el Santiago Bernabéu y los blancos tuvieron que esperar al minuto 97 para decidir su clasificación con un polémico penal que hoy fue debate en todo el mundo.
A su favor cuenta su experiencia, su carácter ganador y un Cristiano Ronaldo pletórico con 15 goles anotados en la presente edición. Pero su juego irregular y su sistema defensivo son lastres que le condicionan.
Otro habitual de estas rondas finales es el Bayern Múnich, que resolvió su clasificación con solvencia pero sin brillantez. Ganó por 2-1 en la ida en campo del Sevilla con sendos tantos en propia puerta del rival y le bastó un empate sin goles en casa para llegar a semifinales.
Ya no es el viejo Bayern que actuaba como un rodillo contra sus rivales y a cambio ofrece el pragmatismo ganador de un entrenador tan veterano y sabio como Jupp Heynckes, campeón de Europa en 1998 con el Real Madrid y con el propio conjunto bávaro en 2013.
Por su parte, el Liverpool ajustó cuentas con su propia historia y regresó a la elite europea de la mano del técnico alemán Jurgen Klöpp, quien en 2013 ya fue finalista de la Liga de Campeones con el Borussia Dortmund cuando nadie contaba con él.
Eliminó a uno de los favoritos, el Manchester City, por un concluyente 5-1 y aparece en disposición de seguir avanzando. Dentro de un plantel sin grandes estrellas mediáticas, sus secretos son un espectacular despliegue físico, una velocidad endiablada en los contraataques y un demoledor goleador como es el egipcio Mohamed Salah. La incógnita es ver si afectará el «mal de altura» a sus inexpertos jugadores.
La gran sorpresa de semifinales es la Roma, el equipo que en principio todos sus rivales querían en cuartos. Error. Así lo demostró con su heroica eliminatoria ante el Barcelona, que ganó por 4-1 en la ida y sucumbió en la vuelta por un inesperado 3-0.
Su hazaña no fue casual, pues barrió del campo al conjunto de Lionel Messi. Para ello, se inspiró en una endiablada táctica maquinada por su técnico, Eusebio Di Francisco, y la capacidad física de su plantel para mantener su exigente presión durante los 90 minutos. Además, el veterano delantero Edin Dzeko es el típico punta que no quieren ver delante los centrales adversarios.
Así se dibujan unas semifinales que prometen ser tanto o más apasionantes que los cuartos, taquicárdicos ya de por sí. El desconcertante Real Madrid luchará por añadir más peso a su monumental historia, pero hay otros tres aspirantes con legítimo derecho para pensar en la idea de un nuevo campeón.
Como resume Zidane, «esto es el fútbol, la Champions es la competición top y nunca se puede decir lo que va a pasar».
Por Alberto Bravo (dpa)