Barcelona/Londres, 7 mar (dpa) – La Juventus logró hoy una clasificación heroica al derrotar como visitante 2-1 al Tottenham en un duelo que fue superado durante casi todo el desarrollo, mientras que el Manchester City confirmó su boleto en los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa pese a perder como local 2-1 ante el Basilea.
Los argentinos Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala se combinaron en tres minutos para darle una victoria increíble a la Juventus, que remontó la desventaja inicial ante el Tottenham y se garantizó su plaza en los cuartos por tercera vez en cuatro años.
El conjunto italiano se vio superado durante casi todo el desarrollo, pero la aparición de los internacionales argentinos cambió el curso de la eliminatoria, que venía favorable para los locales por el 2-2 en Turín.
A los 64 minutos, Higuaín desvió un cabezazo del alemán Sami Khedira para igualar el partido, aunque los ingleses todavía tenían ventaja en la serie. Tres minutos después, el centrodelantero habilitó de forma magistral a Dybala, que definió con clase para colocar el 2-1 definitivo y darle una clasificación inesperada por lo que marcaba el trámite del juego.
El surcoreano Heung-Min Son, en el mejor momento del Tottenham, marcó el transitorio 1-0 que parecía resolver todo en favor del conjunto inglés.
«Realmente podemos conseguir cualquier cosa con este gran carácter», remarcó el defensor Andrea Barzagli. «Jugamos mal durante más de una hora, pero cambiamos todo con dos grandes goles. También tuvimos suerte, pero creo que mereces sla uerte cuando estás listo para luchar y sacrificarte como lo hicimos nosotros esta noche», añadió el zaguero de Juventus.
«Estamos muy satisfechos con el resultado. Mostramos una gran mentalidad», dijo por su parte Khedira. «Sabíamos que el Tottenham tiene un equipo increíblemente bueno, pero la Champions League es una competencia en la que debes pelear hasta el último segundo. No hay que perder la fe y la paciencia, y eso es lo que hicimos hoy», completó el alemán.
«No nos ha faltado experiencia ni tuvimos falta de concentración», afirmó, por su parte, el argentino Mauricio Pochettino, entrenador del Tottenham.
El primer tiempo del Tottenham fue para el recuerdo. El conjunto dirigido por Pochettino dominó el encuentro desde el primer minuto y arrinconó a la Juventus contra su área, que se defendió como pudo, sin siquiera inquietar de contragolpe.
Con los desbordes de Heung-Min Son, los aportes del danés Christian Eriksen y Dele Alli, más la capacidad ofensiva de Henry Kane, los «Spurs» dieron una clase de fútbol de ataque, pero, entre la falta de puntería de los delanteros y un par de buenas intervenciones de Gianluigi Buffon, les costó cristalizarlo en el marcador.
Sólo una definición tan defectuosa como afortunada de Son le sirvió al Tottenham para colocarse con la merecida ventaja.
Daba la sensación de que la serie estaba definida, pero la Juventus revivió en el peor momento. El empate de Higuaín, con un toque en el área menor tras un cabezazo de Khedira, paralizó a los locales, que perdieron el control del juego durante cinco minutos.
Y ese lapso resultó fatal, porque Dybala aprovechó el fantástico pase de Higuaín para colocar el 2-1 y darle el pasaje al conjunto italiano.
El Tottenham reaccionó y volvió a arrinconar a su rival contra su arco, pero no tuvo fortuna para anotar. Ni siquiera lo pudo hacer con un cabezazo de Kane, que dio en el palo, cuando Buffon estaba vencido.
«¿Una pesadilla? ¿Por qué?», se preguntó Pochettino tras la derrota. «Esto es fútbol. Soy un soñador y por supuesto que estoy decepcionado, pero cuando compites en la Liga de Campeones contra este tipo de clubes, puedes ganar o puedes perder», remarcó el argentino.
De esa forma, la Juve se llevó una clasificación por la que hizo mucho menos que su adversario, aunque la clase de sus delanteros argentinos se lo posibilitó.
En tanto, el Manchester City cumplió con el trámite y se aseguró su pasaje para los cuartos de final pese a perder en casa 2-1 con el Basilea, ya que hizo valer el 4-0 logrado como visitante en el encuentro de ida.
«Nadie puede quitarnos esta victoria. Cuando tenga hijos se lo podré explicar», sintetizó el técnico del Basilea, Raphaël Wicky, sobre el significado que tuvo el triunfo para el conjunto suizo.
Con el margen que le deba el resultado del primer partido, el técnico Josep Guardiola optó por colocar un equipo con varios habituales suplentes y la estructura del City lo sintió.
A los seis minutos, los «citizens» se colocaron en ventaja gracias a un tanto del brasileño Gabriel Jesus, que volvía al equipo tras dos meses de inactividad por lesión.
El delantero apareció por el segundo palo para tocar al gol un centro del portugués Bernardo Silva, después de una gran jugada del alemán Leroy Sané.
Sin embargo, ese buen comienzo pareció dormir al conjunto de Guardiola, que vio como los suizos empataron el partido a los 19 por intermedio de Mohamed Elyounoussi tras una asistencia del paraguayo Blas Riveros.
Por más que el City monopolizaba el balón, las ausencias de piezas vitales como el argentino Sergio Agüero, el belga Kevin De Bruyne o el español David Silva se sentían. Por eso, el segundo gol no llegaba. Por el contrario, el que anotó fue el Basilea a través de Michael Lang a los 71′, tras recibir un pase de Elyounoussi.
«Ellos jugaron mejor aquí que en su campo. Buscaban algo de revancha», explicó Yaya Touré, mediocampista del Manchester City, que perdió un invicto de 37 partidos jugando en casa.
Por Rik Sharma (dpa)