Londres, 6 feb (dpa) – La orden de arresto contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, por infringir sus condiciones de libertad bajo fianza sigue estando vigente, informó hoy un tribunal británico.
Los magistrados rechazaron el argumento de los abogados de Assange, que alegaban que la orden «deja de tener sentido» tras la retirada el pasado mayo de la petición de extradición por presuntos abusos sexuales en Suecia.
La decisión de los magistrados significa que la policía británica todavía puede arrestar a Assange, de 46 años, si decide salir de la embajada ecuatoriana en Londres, donde se refugió en 2012 y que desde entonces no ha abandonado.
Por su parte, Jennifer Robinson, miembro del equipo legal de Assange, afirmó hoy que el australiano está dispuesto a enfrentar a la Justicia británica, pero aún teme ser extraditado a Estados Unidos.
«El señor Assange sigue estando dispuesto a presentarse ante la Justicia británica en relación con los cargos relacionados con infringir su libertad condicional, pero no a expensas de enfrentar una injusticia en Estados Unidos», dijo a periodistas en Londres. «Este caso es, y siempre ha sido, sobre el riesgo de extradición a Estados Unidos y ese riesgo sigue siendo real», añadió.
La abogada citó declaraciones de funcionarios estadounidenses, entre ellos una del año pasado del fiscal general Jeff Sessions, quien dijo que el enjuiciamiento de Assange sigue siendo una «prioridad».
Cuando Assange se refugió en la legación ecuatoriana tenía pendiente una orden de detención europea por intento de violación en Suecia. Temía ser extraditado a Suecia y posteriormente entregado a Estados Unidos. En 2017 la fiscalía sueca archivó sorpresivamente el caso.
Pero ello no supuso la libertad para Assange. Scotland Yard anunció que iba a detener al activista tan pronto como pusiese un pie fuera de la embajada.
Las autoridades británicas lo acusan de haber violado la libertad condicional al refugiarse en la embajada. Los abogados de Assange consideraban que, después de que se archivara el caso en Suecia, esas acusaciones de las autoridades británicas quedaban anuladas, pero el tribunal no lo consideró así hoy.
La magistrado principal del tribunal británico, Emma Arbuthnot, afirmó hoy que el único tema que consideró es si la orden de arresto por violar la libertad bajo fianza debería «seguir en vigencia una vez que los procedimientos de extradición (suecos) hubieran finalizado».
«Habiendo considerado los argumentos… no estoy segura de que la orden deba ser retirada», dijo sobre su decisión.
Los abogados de Assange presentaron recursos por presunto secretismo ilegal por parte de los fiscales y abusos de derechos humanos y por la salud de Assange.
Estados Unidos responsabiliza a Assange de haber publicado información confidencial y secreta estadounidense de las guerras de Afganistán e Irak a través de su plataforma Wikileaks.
Los críticos le consideran una persona con afán de protagonismo, que incluso ha puesto en riesgo la vida de otras personas, mientras que sus seguidores le consideran un ilustrado.
Durante la campaña presidencial en 2016 Wikileaks publicó mails robados por hackers al Partido Demócrata estadounidenses. Esos mails dañaban a Hillary Clinton, a la que Donald Trump acabó ganando en las presidenciales.
Al ser interrogado al respecto hace un mes, cuando Ecuador le concedió a Assange la ciudadanía, el Departamento de Estado norteamericano dijo que no discutirá si está «evaluando llevar a Julian Assange a Estados Unidos para un juicio».
«No hablamos sobre cuáles serán o no serán nuestras acciones», señaló el subsecretario de Estado Steve Goldstein.
El Grupo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU, un panel de expertos independientes, estableció en 2016 que Assange había sido objeto de una detención arbitraria desde su arresto en Londres en 2010.