Berlín, 20 feb (dpa) – Joaquin Phoenix desconcertó hoy a la prensa de la Berlinale cuando, durante la presentación de “Don’t Worry, He Won’t Get Far On Foot”, de Gus Van Sant, giró su cuerpo hacia un costado, apoyó su cabeza en su mano derecha, cerró los ojos y pareció dormitar durante unos minutos.
“Por lo general, odio los festivales de cine”, había confesado el actor de Hollywood un rato antes. Phoenix interpreta en el film de Van Sant, que compite por el Oso de Oro, al humorista gráfico estadounidense John Callahan, quien quedó en silla de ruedas tras un accidente de automóvil y que además tuvo que llevar adelante una dura lucha contra el alcohol.
Cuando una periodista le preguntó cómo se había preparado para su papel en el nuevo film del director de «Elephant» y «Good Will Hunting», Phoenix confesó: «Me pone tan incómodo hablar de eso. Simplemente haces lo que tienes que hacer».
El protagonista de películas como “Walk The Line” y “Her” afirmó que cuando va a festivales de cine, en general sólo da entrevistas y conferencias de prensa. Sin embargo, contó que en el Festival de Berlín tuvo la oportunidad de ver a Van Sant participar en el programa “Berlinale Talents”, en el que varios cineastas reconocidos comparten sus secretos con jóvenes artistas y la audiencia, y que por primera vez había logrado apreciar la experiencia de estos eventos.
«Me gustó mucho ver a todos esos jóvenes cineastas y a Gus (Van Sant) dándoles su feedback. Realmente aprecié ese proceso, me gustó mucho”, reconoció Phoenix.
Sin embargo, sus escuetas respuestas y su pequeña siesta convencieron incluso al moderador de la charla de que eso de hablar con los periodistas no es una de las actividades favoritas del actor. «A Joaquin realmente no le gustan para nada las conferencias de prensa», dijo Anatol Weber con una media sonrisa al concluir el encuentro.