Las Palmas de Gran Canaria (España), 12 feb (dpa) – La imagen de una «drag queen» disfrazada de Virgen María y Cristo crucificado desató en 2017 una de las grandes polémicas del carnaval en España. Un año después, la misma gala en Las Palmas de Gran Canaria se preparaba hoy para volver a encender los ánimos de muchos.
La noche de la vigésima edición de la elección de la «reinona» del carnaval, primera gala «drag queen» en España y una de las noches más esperadas en la ciudad canaria, llegó marcada por el número de fin de «reinado» de Drag Sethlas, polémico ganador del año pasado con un acto que entonces irritó a obispos y motivó querellas.
La fuerte repercusión de la gala 2017 llevó «el carnaval de Las Palmas de Gran Canaria a todos los rincones del globo por una actuación que despertó polémica y pasión», señaló hoy la organización del evento, según la cual Sethlas promete volver ahora «con su sello».
En los ensayos se vio a los 18 finalistas de la gala uniéndose a Sethlas en un mismo acto -un gesto inusual que refleja su apoyo cerrado a la «drag queen»- para visitar en clave «trans» diversos motivos de la tradición católica con un lema final: «Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra».
«El mensaje es: vive y deja vivir. Que cada uno haga lo que quiera», comentó Sethlas, cuyo nombre real es Borja Casillas, a la agencia dpa antes de su nueva actuación, con la que espera cerrar un año «marcado por muchas cosas, buenas y malas».
La del año pasado hirió sensibilidades en un país de fuerte tradición católica como España y motivó una querella de la Asociación de Abogados Cristianos, que el juez terminó por archivar en diciembre. Pero también «marcó una nueva etapa en el carnaval de Las Palmas», agregó la «drag queen».
El lema de su nueva actuación será por eso «Año 1 después de Sethlas». A la pregunta de qué reacción espera ahora de los creyentes, se mostró indiferente: «Se echarán las manos a la cabeza. Yo lo entiendo, claro. Pero que se echen también las manos a la cabeza por otras cosas».
La Asociación de Abogados Cristianos avisó que ya se prepara para nuevas querellas. «Basta de atacar los sentimientos de los cristianos», reclamó hoy en Twitter a Drag Sethlas. «Si tan valiente es, ¿por qué no se mofa de Mahoma o los musulmanes?»
La gala «drag queen» cada lunes de carnaval marca un punto cúlmine en el carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, uno de los más famosos y antiguos de España. El Gobierno local, formado por una alianza de centroizquierda, rechazó las críticas del año pasado y apoyó abiertamente mantener la fiesta como espacio de transgresión.
«El mundo está volviendo hacia atrás», dijo a dpa el director artístico del carnaval, Israel Reyes. «Es un momento muy delicado. El carnaval nació hace siglos precisamente para ir contracorriente. Cada derecho adquirido no se puede volver a perder».
También la población canaria parece ajena a cualquier polémica y vive la gala como un elemento ya plenamente incorporado al carnaval después de dos décadas.
Unas 6.000 personas volvieron a sacar su entrada para participar en la elección de la nueva reina «drag queen» durante una gala que incluye la actuación de Alaska y Nacho Canut, el mítico grupo español de pop electrónico Fangoria, y otras figuras de la música local.
Los finalistas, entre los que figura uno con síndrome de Down y una única mujer, ofrecen sus números con temáticas diversas y los mismos infaltables elementos de la estética «drag queen»: plataformas de hasta 30 centímetros, coreografías histriónicas, cuerpos esculturales, purpurina y mucho humo.
«La maldad está en los ojos del que mira y no en el corazón del que ama», indica el texto de apertura de una gala que se prolonga hasta la medianoche. Toda una declaración del tono reivindicativo y festivo que la ciudad quiere conservar en tiempos de corrección política.
Por Pablo Sanguinetti