Sevilla (España), 4 abr (dpa) – Por primera vez desde 2013, el Bayern Múnich está a punto de eliminar a un equipo español en la Champions League, y esa es una gran noticia para el campeón alemán.
En el vestuario del conjunto bávaro abunda el optimismo tras la victoria por 2-1 lograda ante el Sevilla este martes pero también existe el convencimiento de que para triunfar en la élite del fútbol europeo son necesarios todavía muchos cambios y mejoras.
El partido en la capital andaluza dejó un buen sabor de boca entre los pupilos de Jupp Heynckes, ahora bien posicionados para el partido de vuelta.
Con un pie ya en semifinales del campeonato, el club alemán busca no perder el contacto con la realidad tras ver como este martes el equipo perdió numerosos balones, careció de organización y comprobó cuánto tuvieron que sudar la camiseta Franck Ribéry y Thiago Alcántara para finalmente imponerse en el marcador.
En la siguiente fase, el rival a batir será previsiblemente más complicado que el conjunto español. El Real Madrid, el Barcelona, el Liverpool o el Manchester figuran como posibles contrincantes en semifinales y ante estos gigantes cualquier descuido tiene el potencial de convertirse en catástrofe.
«Tras la victoria aquí (en Sevilla) nuestro objetivo es alcanzar las semifinales pero los oponentes no serán fáciles. Por eso debemos afrontar las cosas con seriedad y paso a paso», declaró tras el partido de Champions el jefe de la junta directiva del Bayern Múnich, Karl-Heinz Rummenigge, desde el hotel sevillano en el que se alojaba el equipo.
Heynckes coincidía en el análisis diciendo: «Necesitamos mejorar si queremos ganar la Champions League».
Hace cinco años, el Bayern de Heynckes ganó por 3-0 al Barcelona antes de alcanzar la final disputada en Wembley en la que lograron coronarse con el ansiado título ante su tradicional rival, el Borussia Dortmund.
Era el año 2013. Desde entonces, ninguno de los sucesores de Heynckes en el banquillo de Múnich consiguieron plantarse en la final de la Liga de Campeones. Ni Josep Guardiola, ni Carlo Ancelotti llegaron tan lejos. Entre 2013 y 2017 cayeron siempre en rondas anteriores ante los equipos españoles: el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid.
La fortaleza del Bayern radica en la calidad de su banquillo, con James Rodríguez, Rafinha y Arjen Robben, máximo goleador en la final de 2013, dispuestos a dar el salto a césped.
«Nuestra gran ventaja es que tenemos a grandes jugadores en el banco. Esto constituye un gran as en la manga de cara a las próximas semanas», precisó el capitán del Bayern, Thomas Müller.
Mientras llega el partido de vuelta que sentenciaría su aterrizaje en semifinales, el Bayern tiene este fin de semana la posibilidad de coronarse por sexta vez consecutiva como campeón de la Bundesliga, a falta de cinco partidos para que concluya el campeonato germano. Para ello, deberá imponerse este sábado al modesto Augsburgo.
«Queremos mantener nuestro ritmo, desplegar nuestra calidad en el campo», manifestó Mats Hummels.
El defensa internacional es uno de los jugadores del Bayern que más consciente es de que para proclamarse ganador de la Champions el rendimiento debe de ser máximo. «El partido (ante el Sevilla) estuvo bien, fue bueno pero así no ganas la Liga de Campeones. Somos capaces de ganar el trofeo pero solo si jugamos a nuestro máximo nivel durante los próximos cuatro partidos. Si no, no lo ganaremos», admitió.
Por Christian Kunz (dpa)