(dpa) – Sólo un paso separa a Roger Federer de su vigésimo título de Grand Slam. El suizo dio hoy una lección a un Hyeon Chung disminuido por las ampollas y avanzó sin problemas a la final del Abierto de tenis de Australia, donde buscará el domingo ante el croata Marin Cilic sumar un nuevo capítulo a la leyenda.
Apenas una hora y dos minutos de trabajo tuvo Federer ante el joven surcoreano, que se retiró cuando estaba siendo arrollado 6-1 y 5-2 por el helvético. El esperado duelo generacional entre la estrella de 36 años y el aspirante de 21 fue al final una simple clase express del maestro.
«No me gusta avanzar a la final así», dijo Federer tras el breve encuentro disputado en un estadio Rod Laver techado por la lluvia. «He jugado con ampollas en el pasado y sé que duelen mucho. A veces es demasiado. Me di cuenta de que algo andaba mal antes de que pidiera asistencia», comentó piadoso el suizo.
El Chung que se presentó hoy ante Federer no se pareció en nada al que asombró al mundo del tenis dejando en el camino a jugadores como el serbio Novak Djokovic o el alemán Alexander Zverev. El surcoreano fue vapuleado desde el comienzo por Federer y tras pedir asistencia médica en el segundo set abandonó abruptamente el partido.
«Es peor que unas ampollas normales. En los últimos días ya eran ampollas, sobre ampollas, sobre ampollas. Tuvo que cortárselas y ahora tiene carne viva», explicó Stuart Duguid, el agente del jugador asiático. «Intentó darse unas inyecciones para ver si se reducía el dolor, pero no funcionó», señaló el representante ante las dificultades de Chung para expresarse en inglés.
El surcoreano puso así fin de la peor manera al mejor torneo de su vida. El número 58 del ranking logró avanzar por primera vez a la segunda semana de un Grand Slam y a partir del lunes aparecerá entre los 30 mejores del mundo. Hizo además historia para el tenis surcoreano, que nunca había visto a un jugador llegar tan lejos en un torneo de esta categoría.
«Duele realmente mucho. No puedo caminar», dijo Chung tras el partido. «Se pasan muchas cosas por la cabeza, pero creo que hice lo correcto. Si me quedo en la pista jugando mal, tampoco es bueno para los fans y la televisión», analizó. «Estoy feliz de haber llegado a una semifinal de Grand Slam y espero volver más fuerte el año próximo».
Más allá de los problemas del rival, Federer también hizo muy bien su trabajo en el breve tiempo de partido.
El experimentado suizo pidió recibir tras ganar el sorteo y quebró de entrada a un tenso Chung. Consciente de los problemas del rival, el campeón de 19 Grand Slam apostó a desgastar al surcoreano desde el fondo y en ningún momento soltó el pie del acelerador. Poco más de una hora después, ya tenía la victoria en el bolsillo.
De esta manera, Federer llega a su trigésima final de Grand Slam sin ceder un set y con el camino despejado para seguir agigantando su leyenda. Ante Cilic, su rival en la definición, tiene un récord de ocho victorias y una derrota después de haberlo vencido el año pasado en la final de Wimbledon y en el Masters de Londres.
El campeón del US Open 2014, que a partir del lunes será el tercero del ranking mundial, logró su boleto el jueves al derrotar con autoridad al británico Kyle Edmund en la otra semifinal.
«Estoy contento por cómo está funcionado mi juego a lo largo del torneo», analizó Federer. «Gané todos mis partidos sin perder un set. Tuve algo de fortuna contra (Tomas) Berdych en el primer set (salvando un par de set points en los cuartos de final), pero si estoy en la final sin haber perdido un set quiere decir que debo estar haciendo las cosas bien».
El suizo se encuentra por segundo año consecutivo en la final en Melbourne después de haber logrado en 2017 una épica victoria ante el español Rafael Nadal en el duelo decisivo. De vencer el domingo, igualará el récord de seis títulos en Australia que ostentan Djokovic y el local Roy Emerson. Además, alcanzará las dos decenas de Grand Slam para ampliar nuevamente su ventaja en la carrera eterna frente a Nadal, que suma 16.
Entre los innumerables récords que alcanza día a día Federer, también resaltan otros tres. Suma ya 30 finales de Grand Slam y siete en Australia, más que nadie en la Era Abierta. Y con 36 años y 173 días, es el tercer jugador más veterano en alcanzar la definición en el Grand Slam inaugural de la temporada.
«Veinte veces sería especial, increíble», dijo hoy Federer. «No puedo creer lo rápido que ha pasado la semana. No es un camino fácil llegar hasta la final. Siempre hay mucho trabajo antes y durante el torneo. Semanas y hasta meses de preparación para llegar preparado a una semifinal o a unos cuartos de final en Australia».
Del otro lado tendrá a un viejo conocido como Cilic. El croata, que coincidió hace dos meses con Federer en las vacaciones que ambos tuvieron en las Maldivas, se encuentra por tercera vez en una final de Grand Slam. Ganó el US Open 2014 tras superar a Federer en semifinales y cayó ante el suizo en la final de Wimbledon 2017. El domingo irá en busca de la revancha, pero Federer quiere seguir escribiendo historia.
Por Tomás Rudich