Copenhague, 20 feb (dpa) – La reina Margarita II de Dinamarca se despidió hoy de su marido, el príncipe Enrique, con lágrimas en los ojos pero con una sonrisa en los labios.
La familia real danesa se mostró conmovida pero también contenida durante el funeral en el palacio de Christiansborg, donde sus miembros se tomaban de la mano continuamente. El príncipe Enrique falleció el pasado martes a los 83 años de una enfermedad grave.
Enrique no deseaba un funeral de Estado, por lo que a la ceremonia en Copenhague solo estaban invitadas 60 personas: la familia real, su familia francesa, empleados de la corte y unos pocos cargos públicos.
El príncipe será incinerado. No deseaba ser enterrado en la catedral de Roskilde, como es común entre los miembros de la familia real danesa. En su lugar, parte de sus cenizas serán esparcidas en el mar, y otra parte será enterrada en una urna en el jardín del palacio de Fredensborg, donde pasó sus últimas horas de vida.