Buenos Aires, 13 abr (dpa) – La esposa de uno de los 44 tripulantes del submarino argentino ARA «San Juan», desaparecido hace casi cinco meses cuando navagaba en el Atlántico Sur, dijo hoy que los familiares padecen una crítica situación económica.
«El dinero no alcanza parar comer», dijo Jésica Copar, esposa del cabo Fernando Santilli, que viajaba en el submarino.
Copar difundió un video en el que aseguró que el Estado argentino y la Marina «están totalmente ausentes hasta el momento».
La mujer, en declaraciones al canal Todo Noticias, relató que los familiares de los tripulantes debieron hacer una colecta de dinero para ayudar a la esposa de otro de los marinos «a que pudiera llevar comida a su casa».
Desde el 15 de noviembre, cuando el submarino ARA «San Juan» emitió su última comunicación, los familiares, comentó Copar, se sienten «muy solos». La tragedia del sumergible, comentó la mujer, dejó 64 huérfanos.
Un informe preliminar de la comisión investigadora creada por el Ministerio de Defensa argentino para dilucidar qué ocurrió con la nave resaltó que el ARA «San Juan» sufrió una implosión.
La falla inicial fue una explosión en un banco de baterías por el ingreso de agua de mar a través de un sistema de ventilación que desató un incendio.
Esto llevó al comandante del submarino a emerger a la superficie para controlar el incendio, en medio de un fuerte temporal, y luego volvió a descender, tal como reportó a la base aquel día, publicó hace una semana el diario «La Nación».
De acuerdo a esta investigación, se habría reiniciado el incendio y producido una explosión por el hidrógeno acumulado en el tanque de baterías que, según los expertos, pudo afectar el sistema de control.
A las 10:51 horas (13:51 GMT) del 15 de noviembre dos estaciones hidroacústicas detectaron una explosión que, según la comisión, se trató de una implosión, un aplastamiento del submarino por la diferencia de presión al descender a una profundidad mayor.
De acuerdo a su investigación, el submarino estaba en condiciones de navegar.