(dpa) – Las altísimas temperaturas que se suelen registrar en el Abierto de Australia hacen que los turnos nocturnos sean los más codiciados por los tenistas en la programación de cada jornada. Sin embargo, es un beneficio al alcance de pocos.
El interés del público, la televisión y los patrocinadores manda y los organizadores deciden poner casi siempre a los mismos jugadores -grandes estrellas o jugadores locales- en el «prime time». Sucede en cada torneo y en cada semana de la temporada.
¿Pero genera esto una distorsión en la competición? No parece ser lo mismo llegar a la segunda semana de un Grand Slam habiendo superado batallas bajo un sol ardiente y temperaturas de 40 grados centígrados que jugando en una fresca noche en el estadio Rod Laver o el Margaret Court. La igualdad de condiciones se puede resentir y en Australia se ha convertido en un tema de álgido debate.
Roger Federer, tal vez el principal abonado al turno nocturno de la Rod Laver, reconoció que pidió no jugar durante el día. «Debe haber como 60 muchachos pidiendo lo mismo. Y yo soy uno de ellos, sí», dijo el defensor del título el jueves tras su victoria en el final de una jornada agobiante.
«No tendría problemas en jugar durante el día», señaló el suizo, que recordó haber estado alguna vez en Dubai con 45 grados. «Pero sin dudas ayuda más jugar ahora (por la noche) que en esas condiciones».
Mientras Federer jugó todos sus encuentros por la noche, incluyendo el que superó este sábado ante el francés Richard Gasquet, otras figuras como Novak Djokovic, dueño de un récord de seis títulos en Australia, tuvieron que luchar en las horas de más calor. El serbio disputó el jueves una batalla «brutal» y en «el límite» ante Gael Monfils, según su propia definición.
La situación generó críticas en las redes sociales, lo que motivó al ex tenista estadounidense Andy Roddick, siempre muy activo en el Twitter, a defender a Federer.
«No hagamos como si esto no fuera un negocio. Mientras más tiempo esté Roger en un evento, más miradas habrá en las pantallas, más patrocinadores… así que sí, escucharán lo que las estrellas tengan para decir», escribió Roddick.
«No podría decirles cuántas veces he jugado por la noche después de Andre (Agassi) o Pete (Sampras) en torneos en Estados Unidos. No es el mejor horario para la recuperación, pero no podía quejarme. Ellos hacen a los torneos, a las audiencias…. No es divertido comenzar a las 11 de la noche, pero es justo».
El propio Rafael Nadal, que ha tenido que jugar con más frecuencia en el día que Federer, consideró absurda la discusión.
«Teniendo un día libre en los Grands Slams, no creo que haga gran diferencia. Llegas en las mismas condiciones que tu rival», dijo el español.
Nadal sí se mostró crítico de las condiciones en que se jugaron los partidos el jueves y el viernes, cuando no se suspendió la actividad pese al calor extremo en Melbourne. Sin embargo, reconoció que la programación es una facultad de la organización.
«Es sencillo de comprender. No se trata de que sea justo o injusto», analizó. «Está la televisión y están las entradas que hay que vender. Por ello algunos juegan más en el prime time y otros no».
Por Tomás Rudich