Roma, 14 mar (dpa) – Las personas más felices del mundo viven en Finlandia, seguidas de los noruegos, los daneses, los islandeses y los suizos, según un informe sobre la felicidad presentado por la ONU hoy en el Vaticano.
Los finlandeses superaron este año a los noruegos en lo más alto de la tabla. Entre los países iberoamericanos destaca Costa Rica, en el número 13, y algo más abajo México y Chile, en el 24 y 25 respectivamente. Argentina se sitúa en el 29 y España en el 36.
En el informe «World Happiness Report» se analizaron factores como el estado de bienestar, la esperanza de vida, la corrupción y la libertad en 156 países.
Según los datos, las personas más infelices viven en África, concretamente en Tanzania, Sudán del Sur, la República Centroafricana y en último lugar Burundi.
Además, por primera vez se analizó la felicidad de los inmigrantes en 117 países. Los resultados apuntan a que en Finlandia también viven los inmigrantes más felices.
La felicidad de los inmigrantes depende de la apertura con la que la sociedad les acoge, pero también del estado de su familia en su país de origen, explican en el informe.
«El resultado más llamativo es la coincidencia de la felicidad de los inmigrantes y los nativos», indicó John Helliwell, de la Universidad de Columbia Británica. «Los que se mudan a un país más feliz, ganan. Los que se mudan a un país menos feliz pierden».
También destaca que los cinco países más felices tienen una gran proporción de inmigrantes, por encima del 14 por ciento, es decir, muy por encima de la media mundial.
El informe se realiza desde 2012 por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU y se remite a datos de 2015 y 2017. Además se realizan encuestas en la mayoría de los países a unas 1.000 personas cada año, es decir a 3.000 en tres años. Sin embargo, en el caso de los migrantes se realizaron encuestas entre 2005 y 2017.
Los investigadores dedicaron un capítulo especial a la paradoja de Estados Unidos. Allí los ingresos de las personas llevan aumentando desde los años 70, pero la felicidad de las personas no ha variado o incluso ha disminuido. Este año el país retrocedió cuatro puestos hasta el número 18. Esta es una «señal alarmante» para el Gobierno. Las razones de estos malos resultados son «las enfermedades epidémicas» como la obesidad, el consumo abusivo de medicamentos y las depresiones.