Berlín, 24 nov (dpa) – El suministro de electricidad en Alemania está garantizado incluso después del cierre previsto el próximo año de las seis centrales nucleares que aún operan en el país, según un estudio presentado hoy por el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW).
El equipo de investigación, del que forma parte la experta en energía del DIW Claudia Kemfert, concluye que incluso después de que se complete el abandono de la energía nuclear a finales de 2022, habrá «suficiente capacidad» para asegurar el suministro energético en Alemania.
Según los expertos del DIW, el año pasado, la industria eléctrica alemana exportó 20 teravatios hora, es decir, alrededor del cuatro por ciento de su producción de electricidad.
«La integración de Alemania en el sistema eléctrico europeo también significa que no hay razón para temer que se vea afectada la seguridad del suministro», agrega el informe.
Los científicos se manifiestan a favor de completar el abandono nuclear, cancelar todas las subvenciones a la energía nuclear y concentrarse en la búsqueda de un depósito definitivo para los residuos producidos, altamente radiactivos.
Destacan además que el cierre de los reactores nucleares era «necesario» para que esta búsqueda tuviera éxito.
Con el cierre de los seis reactores nucleares que aún operan en el país, Alemania abandona finalmente la energía nuclear el año que viene, sellando así una decisión tomada en 2011.
Recientemente se volvió a discutir sobre un posible resurgimiento de la energía nuclear. Los críticos temen que se produzcan cuellos de botella en el suministro si Alemania elimina gradualmente la generación de energía con carbón antes de 2038.
Los expertos del DIW creen que este temor es infundado. «Después de que desde 2021 el cierre de las centrales nucleares más antiguas se produjera sin contratiempos, cabe esperar que en los próximos dos años solo se registren efectos menores en el sistema eléctrico», señalan.
Asimismo, reiteran la necesidad de ampliar las energías renovables con mayor rapidez. A corto plazo se prevé que habrá un aumento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del sector eléctrico en 2022 y 2023, que solo podrán compensarse con más energía solar y eólica.
En cuanto a una garantía en el suministro de energía, el estudio destaca que no correrá peligro a medio plazo si el sistema eléctrico alemán pasa «rápidamente a las fuentes de energía renovables en combinación con opciones de almacenamiento y flexibilidad».