Barcelona/Valencia, 3 feb (dpa) – El Real Madrid redujo hoy aun más sus opciones de reeditar su título de campeón de la Liga española de fútbol al no poder pasar del empate 2-2 en la cancha del necesitado y combativo Levante.
Paciencia, tesón y una buena segunda parte le bastaron a los levantinos para igualar por dos veces un marcador adverso, evidenciar las carencias de los blancos y contribuir a una práctica despedida de la lucha por el campeonato de los dirigidos por Zinedine Zidane.
«La Liga no está sentenciada hasta el final. Son muchos puntos y dos perdidos hoy con el partido controlado», afirmó Zidane con seriedad extrema.
«Había que hacer una tercera victoria consecutiva y no la hicimos», continuó el técnico galo de los blancos. «No estoy preocupado, pero sí disgustado con el resultado porque estaba a nuestro favor y no conseguimos la victoria hoy».
Lo que sucedió en el Estadio Ciutat de Valencia, en duelo por la vigesimosegunda fecha, borró la sonrisa que Zidane había recuperado al víspera al proclamar su «confianza ciega» en una plantilla que creía capacitada para luchar por un título teñido ya de azulgrana.
El Barcelona, que lidera la Liga con 57 puntos, podría situarse mañana a 21 puntos de los blancos, si se impone al Espanyol.
Y aunque no lo hiciera, los 18 puntos que ahora separan a los dos grandes del campeonato español parecen ya insalvables, por más que los de Zidane tengan aún un partido aplazado pendiente de disputar.
«Es duro porque hoy son dos puntos perdidos. El segundo gol lo pudimos evitar y esto me molesta porque lo trabajamos. Han tenido cuatro ocasiones y se llevaron dos goles», resumió, molesto, Zidane.
El último gol del partido, en el 89′, firmado por el italiano Gianpaolo Pazzini, llegó cuando el Real Madrid ya creía que sumaría su tercer triunfo consecutivo en Liga.
Ese tanto, tras un gran pase de Jason, se sumó al anotado por el ghanés Emmanuel Boateng en el 42′ y prácticamente desmontó la teoría de Zidane de que la Liga aún no está sentenciada.
Los goles de Sergio Ramos, en el 11′, y de Isco, en el 81′ le sirvieron de poco a un Real Madrid que dominó con autoridad la primera parte; se fue ya a la pausa con ciertas dudas, después de que el Levante lo sorprendiera en una fulgurante contra; y no cerró el partido cuando se había adelantado de nuevo y parecía tenerlo todo a su favor.
El sexto empate en lo que va de Liga dejó al Real Madrid tocado. Porque, más que ensalzar sus virtudes, evidenció sus claras falencias ante un equipo que sigue luchando por huir de la zona de peligro.
En su acción más peligrosa en los primeros 45 minutos, los dirigidos por Muñiz sacaron petróleo. Morales atrapó a la carrera un pase medido desde el mediocampo, pilló a la defensa blanca muy adelantada y se plantó solo ante Keylor Navas, que tapó el hueco magistralmente. El rechace, sin embargo, cayó en los pies de Boateng y su impecable disparo ya fue imposible para el arquero costarricense.
El Real Madrid vio así cómo todo lo que había construido hasta entonces se neutralizaba. Y cómo su dominio, menos eficaz que en la pasada fecha ante el Valencia, quedaba en cuestión.
Ramos, que volvió al once de Zidane tras varios partidos de ausencia, había adelantado a los blancos en la acción ofensiva que mejor lo define: remate de cabeza tras asistencia de Toni Kroos.
El tempranero gol pareció anunciar un festival del Real Madrid. Pero Bale pasó casi desapercibido por el partido y en el 66′ fue sustituido por el español Isco. Benzema jugó de manera intermitente. Y Cristiano Ronaldo, que lo intentó de todas las maneras, no acertó de ninguna y se fue al banco a diez minutos de la conclusión.
«Lo cambié porque quería meter un jugador en el medio y más fuerza en el mediocampo», explicó Zidane sobre el inusual cambio.
El gol de Boateng transformó el partido. Éste pasó a ser un choque de ida y vuelta, en el que el Levante amenazó siempre al contrataque. El Real Madrid, con todo su variado repertorio.
A las órdenes de Modric, con un 4-4-2-, el Real Madrid retomó el mando del choque. Y se volcó sobre el arco de Oier. Tras varios intentos fallidos, el centro de Benzema encontró la pierna de Isco que, solo junto al punto de penal, armó un perfecto zapatazo cruzado.
Pero el Real Madrid no cerró el partido y, sobre la hora, el veterano Pazzini no desperdició la ocasión de emular el empate que el Levante ya había arrancado del Santiago Bernabéu en la primera vuelta.
En otro de los duelos de la jornada, el Sevilla, en un partido nefasto de los andaluces, vio cómo el Eibar lo goleaba por 5-1 en Ipurua con un doblete del chileno Fabián Orellana y se situaba a tan sólo un punto de distancia en la clasificación.
Los hombres de Vincenzo Montella, sin embargo, recibieron la inesperada e involuntaria ayuda del Betis, que les echó una mano al derrotar al Villarreal por 2-1 en el Estadio Benito Villamarín.
El triunfo bético impidió que el equipo valenciano -quinto con 37 puntos- aumentara sus cuatro unidades de ventaja sobre el Sevilla, aún sexto con 33.
El debutante Lorenzo Morón, «Loren», tuvo el estreno soñado en el primer equipo del Betis al firmar el doblete que selló el triunfo sobre un Villarreal que jugó con 10 hombres desde el minuto 31 por expulsión con roja directa del italiano Daniele Bonera.
En el otro choque de la jornada, el Alavés confirmó su recuperación al superar por 2-1 al Celta de Vigo con tantos de los españoles Alfonso Pedraza (4′) y Munir (18′). Para los gallegos anotó su goleador Iago Aspas en el tiempo añadido (91′).
Los vascos suman ya cinco puntos más que el Deportivo de La Coruña, el primer equipo en puestos de descenso.
Por Noelia Román