Berlín, 6 may (dpa) – Los diputados del partido soberanista del ex presidente catalán Carles Puigdemont, Junts per Catalunya (JxCat), insistieron ayer en Berlín en investirlo presidente de la región antes del 14 de mayo en virtud de la reforma aprobada la víspera en Barcelona que le permitiría gobernar desde la distancia.
«Si el calendario depende de Junts per Cataluña nos gustaría poder votar la investidura del ‘president’ Carles Puigdemont (…), aprovechando la reforma de la ley de presidencia, antes del 14 de mayo», señaló Eduard Pujol, portavoz adjunto de JxCat desde la capital alemana.
«Entendemos que el intento de investidura de Puigdemont abre un periodo importante que invita al Estado (español) a rectificar, que abre por nuestra parte una puerta al diálogo», agregó.
Pujol admitió que en las filas del partido consideran más que probable que el nombramiento de Puigdemont fracase de nuevo y, en este sentido, avanzó que en caso de que el líder independentista no pueda asumir el poder, Junts per Cataluña estudiará investir a Jordi Sánchez, encarcelado, o incluso «abrir la puerta a una nueva alternativa».
Como en ocasiones anteriores, el partido independentista subrayó que harán todo lo posible para evitar la convocatoria de nuevas elecciones. Asimismo, Junts per Cataluña anunció la puesta en marcha de una «acción política» con la creación de comités para paliar «los efectos que la aplicación del artículo 155 ha tenido en la ciudadanía catalana».
La del sábado fue la segunda reunión que JxCat ha celebrado en Berlín, después de que el pasado 18 de abril los parlamentarios del grupo soberanista se sentasen a la mesa en la capital alemana con Carles Puigdemont para analizar distintos escenarios.
El encuentro, sin embargo, deja pocos titulares y mantiene el bloqueo en Cataluña porque la formación independentista no acordó proponer a un nuevo candidato sin obstáculos legales para ser investido como presidente catalán antes del 22 de mayo, fecha límite para formar Gobierno regional y evitar una nueva cita con las urnas.
Desde que el Gobierno español destituyó a Puigdemont y todo su Ejecutivo el 27 de octubre, día en que el Parlamento catalán aprobó crear una república independiente, la región nororiental de España busca poner fin a un largo limbo político, que a tenor de los pasos dados ayer no se vislumbra.
El entorno de Puigdemont, que sigue considerándolo el «president» legítimo de Cataluña, insistió las últimas semanas en que su intención sigue siendo presentarse a la reelección presidencial ante el Parlamento catalán, pese al bloqueo que mantiene el Tribunal Constitucional español a su candidatura.
La reforma de la Ley de presidencia aprobada el viernes por el Parlamento catalán prevé una eventual investidura a distancia de Puigdemont, posibilidad que ya fue bloqueada por el Constitucional en enero y que el Gobierno central volverá impugnar con toda probabilidad.
Puigdemont huyó a Bruselas a finales de octubre y fue detenido en Alemania a fines de marzo por una orden de detención europea cursada por España, donde está procesado por los delitos de rebelión y malversación vinculados a su plan independentista. La Justicia alemana debe decidir aún si lo entrega a España.