Pekín, 22 abr (dpa) – El retraso en el transporte marítimo debido a los cierres por confinamiento en el principal enclave comercial chino, Shanghái, provoca una subida de precios en Alemania, dijo hoy a dpa el representante económico germano, Maximilian Butek.
El puerto de Shanghái, el más grande del mundo, ha visto reducirse drásticamente las exportaciones desde que la ciudad fue confinada en las últimas semanas en medio de un pico de infecciones por coronavirus, explicó Butek.
«Los cuellos de botella en las entregas se sentirán ahora también en Alemania», añadió Butek, que representa los intereses empresariales alemanes en Shanghái.
Muchas empresas llevan más de tres semanas sin recibir mercancías de China, agregó, explicando que las rutas de entrega alternativas a través de otros puertos no fueron suficientes.
«La escasez de suministros procedentes de China seguirá teniendo un impacto negativo en la ya elevada tasa de inflación de Alemania», añadió Butek.
«Las consecuencias que está provocando el cierre aquí en China aún no son del todo comprensibles», subrayó, a la par que alertó de que pueden pasar meses hasta que se solucionen las interrupciones en las cadenas de suministro mundiales.
Sin embargo, indicó que el puerto en sí no es el mayor problema, puesto que, debido a las estrictas medidas establecidas contra el coronavirus, la dificultad radica en el transporte de las mercancías por camión hacia y desde el puerto.
Según Butek, los cierres está afectando ahora a todas las empresas, independientemente de su sector o tamaño, por lo que se ven afectados por igual las cadenas de suministro, el transporte y la logística, el personal y la producción.
Shanghái es el foco de la mayor oleada de coronavirus en China desde que comenzó la pandemia hace más de dos años. La ciudad portuaria, de 26 millones de habitantes, lleva un mes confinada.
Los dirigentes chinos están llevando a cabo una estricta estrategia de «cero coronavirus» que incluye toques de queda, pruebas masivas y obligación de guardar cuarentena. La llegada de la subvariante del coronavirus ómicron BA.2 está poniendo a prueba esta estrategia.