Fráncfort, 22 abr (dpa) – Una escalada del conflicto con Moscú con una prohibición total de las importaciones de energía rusa podría sumir a la economía alemana en una recesión este mismo año, según las previsiones del informe mensual del Bundesbank hecho público hoy.
«En el escenario de una crisis más intensa, el producto interior bruto real disminuiría algo menos del dos por ciento en el año en curso en comparación con 2021», precisó el banco emisor germano.
La producción económica podría ser, por tanto, hasta un cinco por ciento inferior a lo estimado en las previsiones de marzo del Banco Central Europeo (BCE). Convertido en cifras absolutas, se trataría d unos 165.000 millones de euros (178.600 millones de dólares).
Dado que difícilmente se podrán sustituir a corto plazo los suministros rusos mediante un aumento de las importaciones de otros países productores, es probable que se produzcan cuellos de botella, especialmente en el suministro de gas.
Más de la mitad de las importaciones de gas de Alemania proceden de Rusia, por lo que las consecuencias de una interrupción lastrarían la economía germana en los próximos dos años y provocarían pérdidas de crecimiento, escribieron los economistas del Bundesbank.
En su escenario, el Bundesbank parte de la base de que el uso de la energía estaría racionado. Es probable que la tasa de inflación sea considerablemente más alta durante un período más largo debido al aumento de los precios de la energía, agregaron los expertos.
Sin embargo, según los cálculos del modelo elaborado en marzo, la mayor economía de Europa no se contraería tanto este año como lo hizo en el año 2020 a causa de la crisis generada por el coronavirus.
Los economistas del Bundesbank atribuyeron esto a la «fase de recuperación comparativamente dinámica» experimentada tras la crisis. En el primer año de pandemia (2020), el producto interior bruto alemán cayó un 4,6 por ciento. El año pasado, sin embargo, se recuperó y creció un 2,9 por ciento.
El Bundesbank señala que los cálculos de los modelos están sujetos a considerables incertidumbres y pueden «sobredimensionar o infravalorar» la evolución futura.
En principio, los efectos económicos de la guerra en Ucrania, según la evaluación del banco central alemán, «debilitarán considerablemente la fuerte recuperación prevista». La interrupción de las cadenas de suministro, el aumento drástico de los precios de la energía y la mayor incertidumbre pesan sobre las empresas y los hogares.
El banco aclaró que el alcance de las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania es aún muy incierto y depende de su evolución.
El Bundesbank espera que la producción económica se estanque en el primer trimestre del año en curso. Añadió que antes de que comenzara el ataque ruso a Ucrania el 24 de febrero, los cuellos de botella en los suministros a la industria probablemente se habían aliviado un poco.
Además, el sector de la construcción se benefició del buen tiempo, según los economistas.
A finales del año pasado, la cuarta ola de coronavirus y el endurecimiento de las medidas de protección contra la propagación de la pandemia frenaron la recuperación económica.
El producto interior bruto de Alemania se redujo un 0,3 por ciento en el cuarto trimestre en comparación con el trimestre anterior.