Barcelona, 9 feb (dpa) – Algo no acaba de cuajar entre el sorprendente Barcelona de Ernesto Valverde y su exigente hinchada, pues ésta parece cada vez menos dispuesta a alentar la excelente marcha de los suyos de cuerpo presente en el Camp Nou.
Mientras los azulgrana enlazan buenos resultados en todas las competiciones, su estadio registra, paradójicamente, algunas de sus peores entradas de los últimos años.
Aún reversible, la tendencia se apuntó en los cuatro primeros meses de la presente campaña, cuando la asistencia media al Camp Nou no superó los 63.000 espectadores.
Y se confirmó dos semanas atrás, cuando apenas 50.959 fans presenciaron en el estadio de mayor capacidad de España -unos 98.000 espectadores- la ida de las semifinales de la Copa del Rey frente al Valencia.
En el último lustro, sólo en 2014, ante la Real Sociedad, se registró una cifra más baja en esta instancia del torneo copero: 38.505. Un año antes, también en semifinales, hasta 95.002 aficionados habían asistido al choque ante el Real Madrid.
«Esto no sólo nos pasa a nosotros. Es un fenómeno más extendido y responde a varios factores», señalaron a dpa fuentes del Barcelona.
«Y hay que pensar que, el día del Valencia, llovía y hacía mucho frío; el partido se transmitía en abierto por la televisión y, además, era muy tarde. Para la gente que al día siguiente tiene que madrugar, es muy complicado acudir al campo», añadieron.
Efectivamente, todas esas circunstancias se dieron en aquel desapacible día. Pero la cifra no deja de llamar la atención teniendo en cuenta la entidad del rival, la instancia de la competición y la siempre atrayente presencia del argentino Lionel Messi y del brasileño Philippe Coutinho sobre la cancha.
«Si se mira nuestro juego y nuestros resultados, debería suceder todo lo contrario», asumieron las mismas fuentes del club catalán. «Damos espectáculo y el estilo del equipo cada vez gusta más».
Clasificado ya para su quinta final consecutiva de la Copa del Rey, el Barcelona lidera la Liga española de fútbol con 19 puntos de ventaja sobre el Real Madrid y se mantiene vivo en la Champions, cuyos octavos de final disputará frente al Chelsea inglés.
Y, sin embargo, algo hace que cada vez menos gente acuda al Camp Nou para disfrutar del gran momento azulgrana, mientras la hinchada blanca aumenta el apoyo a su desorientado equipo en su peor temporada de los últimos años.
Así, a estas alturas de campaña, con el Real Madrid ya fuera de la Copa y muy alejado de la cima en el campeonato doméstico, la asistencia media del Estadio Santiago Bernabéu se situó en los 69.000 espectadores y habitualmente roza el 90 por ciento de ocupación.
El mal juego y los malos resultados de los dirigidos por Zidane Zidane no sólo no han alejado a su hinchada de la cancha sino que, sorprendentemente, han atraído a más público que en la pasada campaña, cuando, en febrero, la cifra media se situó en 67.000 localidades ocupadas de las 81.044 disponibles.
«Nosotros estamos trabajando en qué podemos hacer para revertir esta situación», aseguraron a dpa fuentes del Barcelona.
«Especialmente, para que nuestros socios vengan, porque tenemos unos 80.000 con asiento, son la mayoría, queremos que haya ambiente en el campo y que disfruten de este gran momento», continuaron.
El elevado porcentaje de socios minimiza el impacto que la caída del turismo en Barcelona ha tenido también en el Camp Nou. Según datos de la Organización Mundial del Turismo, los atentados terroristas de agosto en la capital catalana y todo el proceso independentista de los últimos meses hicieron descender entre un 15 y un 20 por ciento el número de visitantes en Cataluña en el último trimestre de 2017.
«Eso tiene una repercusión, claro, y no tanto por el ambiente político, sino por las imágenes que se difundieron de Barcelona y que influyen en que la gente venga o no», apuntaron a dpa fuentes del club azulgrana, que acostumbra a vender buena parte de los asientos no ocupados por los socios a los turistas.
Su mayor poder adquisitivo facilita el acceso a unos billetes normalmente demasiado caros -entre 39 y 275 euros- para el público local. El abono para los socios, en cambio, es, según el Barcelona, «el más barato» de los equipos de su mismo nivel en Europa.
«Los horarios de los partidos no nos están favoreciendo nada y contra eso no podemos luchar porque las televisiones buscan su interés», insistieron desde el Barcelona que, en Liga, suele iniciar sus partidos a las 20:45 hora local (19:45 GMT).
«Pero estamos llevando a cabo un trabajo interno para ver qué podemos hacer y, quizá, lo que tengamos que hacer, en general, es replantearnos el espectáculo del fútbol y responder a lo que la gente quiere», concluyeron desde la entidad catalana, convencidos de que, en lo que resta de temporada, con los importantes partidos que se vienen, la tendencia a la baja se revertirá.
Por Noelia Román (dpa)