(dpa) – A tres días del congreso extraordinario del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) en el que se decidirá si dan luz verde a las negociaciones para formar una gran coalición con los conservadores, las tensiones entre partidarios y detractores volvieron hoy a crecer.
La presidenta de la fracción parlamentaria del SPD, Andrea Nahles, acusó a los contrarios a reeditar la alianza con la canciller Angela Merkel de no presentar todos los hechos y cifras con exactitud.
«Lo que el presidente de las Juventudes del SPD, Kevin Kühnert, dijo en Sajonia-Anhalt sobre el tema de las jubilaciones es sencillamente falso», declaró a los diarios del grupo mediático alemán Funke.
Kühnert, que se ha alzado estos días como la máxima voz en contra de la gran coalición, rechazó hoy las acusaciones e insistió en el rechazo de las Juventudes a reeditar la alianza con los conservadores. Los detractores de la gran coalición tienen «verdaderas y reales posibilidades» de ganar la votación en el congreso extraordinario del partido este domingo en Bonn, indicó.
Las Juventudes del SPD tienen entre 80 y 90 delegados de los 600 que acudirán al congreso. Desde el seno del SPD algunos critican el preacuerdo alcanzado la semana pasada y reclaman «mejoras» del mismo en ámbitos como la política fiscal o el sistema sanitario.
Otras voces que se oponen a la gran coalición van más allá y reclaman que los socialdemócratas vuelvan a la oposición para recomponerse de la debacle registrada en las elecciones del 24 de septiembre, cuando obtuvieron el peor resultado electoral de su historia. Entre ellas destaca la de Kühnert, que lleva días en intensa campaña por todo el país a favor del «No» a la gran coalición.
En la disputa sobre las jubilaciones, Kühnert criticó durante un discurso en el congreso regional del partido en Sajonia-Anhalt el preacuerdo alcanzado en este ámbito. En concreto acordaron mantener hasta 2025 la forma en la que se calculan las pensiones en Alemania, que se determina tomando como base el 48 por ciento del salario de los últimos años. Para Kühnert, esto no da respuesta a las cuestiones importantes sobre el futuro de las jubilaciones estatales. «El resultado en la cuestión de jubilaciones no es un éxito», indicó.
En su opinión, el SPD se encuentra en una situación extremadamente difícil. «Da igual lo que decidamos, ofenderemos a personas», comentó el líder de las Juventudes socialdemócratas. El SPD necesita una discusión profunda sobre su renovación y hay que preguntarse cómo se puede poner fin al «círculo vicioso» de las grandes coaliciones eternas, explicó.
De acuerdo con Nahles, un tercio de los delegados aún no se han decidido. El ala de la izquierda de la fracción parlamentaria del SPD está a favor principalmente, según aseguró hoy su portavoz Matthias Miersch.
Tras más de tres meses sin Gobierno, los conservadores (CDU), de la canciller Angela Merkel, y su socia bávara, la Unión Cristianosocial (CSU) -liderada por Horst Seehofer- y los socialdemócratas firmaron un documento base sobre el que abrir negociaciones oficiales para formar un nuevo Ejecutivo.
El acuerdo garantiza una voluntad común pero debe pasar aún por la votación de los delegados del SPD. Si dan luz verde, una vez se alcance el pacto final para formar Gobierno, éste deberá obtener también el visto bueno de los militantes del SPD.
La negativa inicial del SPD a reeditar la gran coalición de Gobierno de la última legislatura (2013-2017) llevó a la canciller a intentar sacar adelante un Gobierno tripartito con los liberales y los Verdes. Constatado el fracaso de la alianza tricolor, el SPD se vio obligado por responsabilidad política a postularse como socio menor para evitar unas nuevas elecciones o un Gobierno en minoría.