El fin de semana siempre es un buen momento para descubrir sabores o hacer aquellas recetas de la abuela que tanto nos gustaban y aportan sabor y buenos recuerdos. Cada día es diferente y por eso no hay que caer en la rutina. ¿Siempre lo mismo? No…

Haremos juntos rosquillas con anís, pollo al horno con guarnición y sopa de estrellas. Cocinas un día y tienes para todo el fin de semana. Vamos con ello.
Rosquillas con anís
Solo necesitas huevos, azúcar, aceite de girasol, anís y harina. Se bate todo menos la harina, que se añade poco a poco hasta que la masa no se pegue a los dedos. Se forman las rosquillas con las manos, se fríen en aceite caliente y se espolvorean con azúcar al sacarlas. Crujientes por fuera, blanditas por dentro. Aguantan bien todo el fin de semana… si no se acaban antes.
Un truco: si las dejas enfriar sobre papel absorbente y luego las guardas en una caja metálica, se conservan perfectas. Y si usas anís en grano en lugar de licor, el sabor es más suave pero igual de aromático. También puedes añadir ralladura de limón o naranja para darles un toque fresco sin alterar la receta base.
Pollo al horno con guarnición
Un pollo entero o en cuartos, sal, ajo, limón y un chorro de aceite. Se mete al horno con patatas cortadas en gajos, cebolla y zanahoria. Se hornea a 180 °C durante una hora larga, dándole la vuelta a mitad de cocción. El jugo que suelta sirve para regar las verduras. Plato único, sabroso y sin complicaciones.
Puedes añadir tomillo o romero si te gusta el toque de monte. Y si sobra, al día siguiente se puede desmenuzar el pollo y hacer bocadillos, croquetas o una ensalada templada. También puedes guardar el jugo para enriquecer una sopa o arroz. Si prefieres una versión más ligera, puedes usar contramuslos sin piel y acompañarlos con calabacín o pimiento rojo.
Sopa de estrellas
Con un litro de caldo (casero o envasado), una cucharada de aceite y pasta de estrellitas. Se calienta el caldo, se añade la pasta y se deja cocer unos minutos. Si tienes un poco de pollo cocido o jamón, lo puedes añadir al final. Plato de cuchara, reconfortante y rápido. Ideal para cerrar el día.
También puedes añadir un huevo batido al final, removiendo con un tenedor para que cuaje en hilos finos. Es la típica sopa que gusta a todo el mundo, sobre todo si fuera llueve o hace frío. Si quieres darle más cuerpo, puedes añadir una cucharada de queso rallado justo antes de servir. Otra opción es incorporar unas hojas de espinaca fresca al final, para sumar color y textura.
Recuerda poner sabor y variedad a tu vida, en 7 días nuevas propuestas !!