Europa acelera acuerdos para garantizar energía asequible y sostenible. La transición verde marca la hoja de ruta del continente.

Los países de la Unión Europea trabajan contrarreloj para estabilizar el mercado energético. Tras los picos de precios de los últimos meses, Bruselas plantea reforzar la compra conjunta de gas y ampliar las inversiones en energías renovables.
El objetivo común pasa por garantizar un suministro seguro y sostenible que no dependa de factores externos. España, junto a Francia y Portugal, defiende la necesidad de impulsar el hidrógeno verde como alternativa real para la industria.
Los analistas coinciden en que el futuro energético europeo pasa por la diversificación y por un consumo más eficiente. La sostenibilidad ya no es una opción, sino un compromiso compartido.