Al hablar del aislamiento térmico debemos saber que lleva presente con nosotros desde los primeros tiempos del ser humano. Pues ayuda a mejorar nuestra calidad de vida, algo que ya era esencial en las primeras casas que se hacían e incluso con anterioridad, cuando el ser humano era esencialmente nómada, pues lo normal era buscar cuevas o construcciones naturales que le protegiesen en gran medida y donde no le afectara tanto el frío.
Además, es importante destacar que lo que mide la capacidad aislante que tiene un material como tal, es la conductividad a nivel térmico y es medida numéricamente mediante un coeficiente.
¿Qué es la conductividad térmica?
Se puede definir como una propiedad física que tienen los materiales y que se encarga de medir la capacidad de conducción que tiene el calor o también podemos decir que de la transferencia de energía térmica de uno a otro lado. Por ejemplo, en los edificios en la época invernal, puesto que, si contamos en las paredes con un aislante que tenga reducida conductividad térmica, el calor interior lo va a tener complicado para escapar al exterior, además de oponer gran resistencia al frío del exterior para poder penetrar en su interior.
En resumidas cuentas, un material que tenga reducida conductividad térmica va a ser siempre mejor aislante por su poca capacidad de que el calor pueda transferirse mediante él.
El aislamiento térmico
Desde Diaterm, distribuidores especializados en aislamiento térmico, nos comentan que fundamentalmente consiste en la protección del frío o del calor. Aquí es importante evitar el que entre frío o calor desde fuera de la casa. Si se quiere mejorar la eficiencia en el campo energético, hay un amplio abanico de opciones que se pueden utilizar en las construcciones. Conviene no olvidar que el aislamiento térmico en estos últimos años ha pasado de ser un desconocido para mucha gente a un requisito obligatorio gracias al código técnico constructivo.
por ejemplo, debemos pensar en aquellos que tengan viviendas construidas entre los años 50 y los 70 del siglo pasados y las sensaciones que tienen al ser comparadas con las viviendas construidas actualmente. Ahora hay unas diferencias importantes entre las sensaciones que podemos tener en una vivienda de hace años, pues las casas que se construyeron en España en la época del desarrollismo no teniendo en cuenta factores como el aislamiento e incluso menos la eficiencia en el apartado térmico. Aunque es curioso que muchas veces, las casas que se construyeron en materiales como la piedra o la madera, en siglos anteriores, tenían una mayor eficiencia que bastantes pisos que fueron construidos en el periodo de postguerra o la transición.
Ahorrar energía y la eficiencia energética
Primero, hay que saber que la energía de carácter solar o fotovoltaica es la manera más habitual y que suele ser lo primero que nos viene a la cabeza cuando se habla de la producción a nivel energético en los hogares. Suele ser lo más conocido y donde hay mayor cultura sobre el tema entre los usuarios.
Ahora bien, si pensamos en la eficiencia como la capacidad que se tiene para el cumplimiento de una determinada función. Un edificio va a tener más eficiencia energética conforme la energía que se consuma sea menor o cuando exista un equilibrio mayor entre la energía que se consuma y la disparada o perdida (fuente: Europapress).
Por lo tanto, si antes hablábamos de lo importante que es el aislamiento térmico, si hablamos ahora del apartado de la eficiencia, hay que pensar en la propia capacidad productiva que tenga el edificio, un apartado en el que se puede encontrar un gran abanico de interesantes soluciones de cara a implementarlas, tanto en el apartado individual como en colectividades más reducidas.
Esperamos que después de todo lo que te hemos explicado, te haya resultado fácil comprender mejor todo lo que tiene que ver con el al aislamiento térmico para obtener una eficiencia térmica mayor, algo que cada vez es más necesario debido a lo cara que está la energía y la crisis existente en la actualidad.