La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), cabecera del área sanitaria IV (Oviedo) y la única del Principado, ha obtenido el certificado de acreditación de excelencia SEC-Excelente como unidad especializada de rehabilitación y en el manejo del procedimiento Rehabilitación que concede la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
La rehabilitación cardiaca (indicación IA de las guías de práctica clínica) es una estrategia de prevención y tratamiento multifactorial de la enfermedad cardiovascular que busca optimizar la salud física y psíquica del paciente y facilitar su integración social y laboral, lo que contribuye a disminuir la mortalidad por esta causa y los reingresos hospitalarios.
El servicio, que se implantó en 2016 y atiende a 120 pacientes al año, centra su labor en la prevención cardiovascular de pacientes que han sufrido un evento coronario (angina, infarto o cirugía) para que cambien su estilo de vida, controlen los factores de riesgo cardiovascular y mejoren el cumplimiento de los tratamientos y las recomendaciones médicas para evitar nuevos episodios.
El equipo multidisciplinar de la unidad del HUCA está compuesto por un cardiólogo, médico rehabilitador, enfermera, fisioterapeuta y psicólogo. Su programa de rehabilitación se divide en tres fases:
Fase I. Se corresponde con el ingreso hospitalario, donde se promueve la movilización precoz (a las 24-48 horas de ser internado), se comienza a realizar ejercicios físicos sencillos, se enseña a identificar y manejar el dolor coronario y se dan recomendaciones de cara al alta: consejos dietéticos o cese definitivo del tabaco, entre otros.
Fase II. Comienza tras el alta hospitalaria, en el gimnasio de rehabilitación. Se lleva a cabo una evaluación individualizada del paciente mediante una prueba de esfuerzo que permite ajustar un programa de ejercicio físico supervisado. A este se suman charlas educativas, tanto a pacientes como familiares, orientadas al control de la dieta, diabetes, lípidos o deshabituación tabáquica. El programa dura en torno a un mes, con tres sesiones semanales y con monitorización telemétrica. En esta fase se completa el programa con la detección e intervención sobre alteraciones psicológicas, bien con terapia individual o grupal y con sesiones de relajación.
Fase III. Se prolongará durante la vida del paciente, poniendo en práctica todo lo aprendido durante el programa y donde es fundamental la práctica diaria de ejercicio físico y el cumplimiento terapéutico.