Múnich, 23 mar (dpa) – El ataque de Rusia a Ucrania está frenando la economía y encareciendo los precios en Alemania, según el instituto de investigación económica Ifo, que auguró hoy una inflación de hasta el 6,1 por ciento este año.
«Esperamos un crecimiento de entre el 2,2 y el 3,1 por ciento este año», declaró el jefe de investigación económica de Ifo, Timo Wollmershäuser, quien dijo esperar que la inflación aumente en Alemania hasta el 5,1 o el 6,1 por ciento. Sería la tasa interanual más alta desde 1982.
Debido al aumento de los precios al consumo, solo hasta finales de marzo en Alemania se habrá perdido un poder adquisitivo de unos 6.000 millones de euros (unos 6.600 millones de dólares), según el instituto.
Las repletas carteras de pedidos en la industria y la normalización de la vida cotidiana en lo que a restricciones por la pandemia de coronavirus se refiere darían un fuerte impulso coyuntural, en opinión de los expertos.
Sin embargo, la guerra «está frenando la economía debido a un aumento significativo de los precios de las materias primas, las sanciones (a Rusia), el incremento de los cuellos de botella en el suministro de materias primas y productos intermedios, así como el incremento de la incertidumbre económica», explicó Wollmershäuser.
A causa de la incierta situación, el instituto Ifo planteó dos previsiones.
En el escenario optimista, el precio del petróleo cae gradualmente desde los actuales 101 euros por barril hasta los 82 euros de aquí a finales de año, y en consecuencia el precio del gas natural baja.
En el escenario pesimista, el precio del petróleo sube a 140 euros por barril en mayo y solo baja a 122 euros a finales de año.
Según, el instituto, los costes de la energía van a tener un fuerte impacto en el gasto de los consumidores y pueden aumentar entre un 3,7 y un 5,0 por ciento, en función de su evolución. En cualquier caso, el número de desempleados en Alemania debería descender por debajo de los 2,3 millones, según pronosticaron los economistas.
No obstante, trabajan con la probabilidad de que, en el escenario pesimista, las reducciones de jornada aumenten significativamente. Se espera que la inversión empresarial en equipos aumente un 3,9 por ciento en el mejor de los casos y se estanque en el escenario pesimista.