Fráncfort, 20 nov (dpa) – El Leipzig tendrá que volver a jugar sus próximos tres partidos de Bundesliga en casa a puerta cerrada, mientras que el Bayern Múnich deberá hacerlo ante menos fans en su estadio debido al empeoramiento de la pandemia en Alemania.
En el caso del actual campeón alemán, el aforo impuesto por el Gobierno del estado federado de Baviera se produce en medio de un debate sobre la vacunación y después de que Joshua Kimmich, su estrella del medicocampo aún no vacunada, tuviera que aislarse por contacto estrecho con una persona infectada con el virus Sars-Cov-2.
Baviera y Sajonia resolvieron aplicar medidas más estrictas, ya que se encuentran entre los estados más afectados de Alemania, donde hoy se anunciaron más de 63.000 casos de coronavirus.
En ambos estados germanos ya se anunciaron los cierres de los populares mercados navideños y es posible que otras regiones tomen también medidas para contener la propagación del virus.
Esto podría involucrar también a los clubes de fútbol, que tuvieron que jugar casi toda la temporada pasada a puerta cerrada.
A partir del miércoles, Baviera reducirá el aforo en los estadios donde se desarrollan eventos deportivos a un máximo del 25 por ciento y además solo se autorizará el ingreso a los aficionados vacunados o recuperados y que presenten un test negativo.
Sajonia, donde tiene su sede el Leipzig, cerrará completamente sus puertas para los aficionados al menos hasta el 12 de diciembre. Así, el quinto de la Bundesliga deberá volver a jugar en un estadio vacío contra el Leverkusen y el Mönchengladbach y ante el Manchester City por la Liga de Campeones.
Las medidas en Baviera abarcarán el mismo periodo e incluyen los partidos del Bayern Múnich en casa contra el Bielefeld, el Mainz y el Barcelona.
Esta situación también se repite con el Augsburgo, que el viernes aún llenó su estadio con 26.000 espectadores en su memorable victoria por 2-1 contra los bávaros.
El campeón alemán no pudo contar con Kimmich, que se perdió el tercer partido consecutivo por aislamiento obligatorio, que también incluyó los dos últimos partidos de clasificación de Alemania para el Mundial de Catar el próximo año.
Kimmich se encuentra entre el diez por ciento de los jugadores de la Bundesliga que aún no se han vacunado.
Sin embargo, los políticos en Alemania presionan para que las vacunas sean obligatorias para todos los jugadores, sobre todo teniendo en cuenta que muchos clubes solo permiten el ingreso de aficionados vacunados y recuperados, conocida como regla «2G».
«Desde mi punto de vista, no se puede transmitir que la norma ‘2G’ se aplica correctamente con los aficionados y en las gradas, mientras que los jugadores puedan jugar sin estar vacunados», declaró el secretario de Estado parlamentario del Ministerio del Interior, Stephan Mayer, al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
«Por eso considero justificada y necesaria la vacunación obligatoria para los futbolistas profesionales», enfatizó.
Por su parte, el técnico del club muniqués, Julian Nagelsmann, se mostró molesto por el debate sobre la vacunación de los jugadores de fútbol en Alemania, donde la vacunación no es obligatoria.
«No sé por qué los deportistas profesionales necesitan ahora una orden de vacunación y los demás no», declaró Nagelsmann a la emisora alemana ARD tras la derrota ante el Augsburgo.
Por Patrick Reichardt (dpa)