Drammen/Berlín, 3 jul (dpa) – Los Mundiales de fútbol son la época en la que en Europa se vende más cerveza que nunca, pero en Reino Unido y Noruega los pubs y los comerciantes han dado la alarma por una posible esasez de la popular bebida. ¿La causa? La falta de suministro de CO2.
El CO2, normalmente problemático por su exceso y no por su escasez, se utiliza para carbonatar las bebidas, entre ellas la cerveza, y la falta del suministro en el norte de Europa ha provocado ya que cese la producción de una cervecera.
«Si las cerveceras no reciben suministros, se quedarán sin CO2», alertó en la radio noruega el jefe de la asociación de productores del país. «Se sentirá en una o dos semanas en todos los bares y negocios», afirmó.
También en Reino Unido la Asociación de Pubs y Cervecerías alertó de la falta ya de ciertas variedades. La mayor cadena de pubs del país, Wetherspoon, ya no tiene disponibles todos los tipos de cervezas y sidras habituales, señaló la BBC.
El CO2 líquido que se usa en alimentación se genera como subproducto de la fabricación de amoníaco para fertilizantes. Como estos se producen sobre todo entre agosto y marzo, muchas plantas están cerradas durante el verano europeo.
A causa de los bajos precios, muchas fábricas optaron este año por cerrar más tiempo, de acuerdo con la revista especializada «Gasworld». Pero las fechas fueron muy poco adecuadas en vista del buen tiempo y de la celebración del Mundial de fútbol en Rusia.
El suministrador Praxair tuvo que establecer prioridades en Noruega y abastecer primero «a los clientes que protegen la vida, la salud, a los animales y la seguridad», porque el CO2 se utiliza también por ejemplo en hospitales y en la producción de envases.
Por el momento tuvo que cerrar provisionalmente la cervecera más antigua de Noruega, Aass, que ha dejado de producir tanto cerveza como su popular limonada. «Es una situación crítica», señaló el director de la empresa, Christian Aass. «Por suerte tenemos mercancía en los almacenes. Tenemos que organizarnos bien».
Otras fábricas han reducido la producción y van decidieron cómo seguir cada día. También el mayor productor de cerveza de Noruega, Ringnes, tuvo que establecer prioridades. «Hasta ahora hemos conseguido producir tanto refrescos como cerveza», dijo un portavoz, por lo que no cree que al final haya una escasez a nivel nacional.
El grupo alemán Radeberger también siente la falta de suministro. «Es cierto que hay una escasez en el mercado de abastecimiento, forzada por el desarrollo positivo de las ventas a causa de efectos meteorológicos y por el Mundial», afirmó una portavoz. Pero agregó que Radeberger pudo compensar el problema hasta ahora en sus plantas de cerveza y fuentes de agua mineral.
La Asociación de Cerveceros alemanes salió a tranquilizar a los consumidores y afirmar que «hay suficiente cerveza para todas las gargantas secas». Además, la ley de pureza que rige en el país prohíbe el añadido de CO2: las burbujas se tienen que producir de manera natural en el proceso de fermentación.
La falta de CO2 afecta también a los fabricantes de refrescos como Coca Cola. A causa de ello en Reino Unido se paralizaron temporalmente algunas líneas de producción, informó la empresa. Pese a ello, el suministro no se ve afectado hasta el momento.
En una semana podría estar superado el bache, ya que según Aass se reactivarán dos fábricas británicas de CO2 y la noruega posiblemente el 12 de julio. Hasta entonces los amantes de la cerveza deberán tener paciencia, recomienda la Asociación de Pubs británicos: «Es la oportunidad ideal para probar algo nuevo si no hay tu cerveza habitual».
Por Theresa Münch (dpa)