Berlín, 12 abr (dpa) – El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, defendió la necesidad de que Alemania asuma un mayor compromiso en la alianza defensiva trasantlántica en un momento en el que las numerosas crisis abiertas desequilibran el orden internacional.
«Los otros países desean un mayor liderazgo de Berlín en política de seguridad», señaló Stoltenberg en declaraciones que hoy publica el diario muniqués «Süddeutsche Zeitung».
«Debido al gran tamaño de su economía y a su significado político, Alemania ostenta una responsabilidad especial», agregó.
El máximo dirigente de la OTAN celebró que el Gobierno de Angela Merkel haya incrementado su gasto en defensa el pasado año y animó a la mandataria a seguir esta senda en el futuro para cumplir con el acuerdo de la alianza que estipula que los estados miembros aumenten su inversión militar al dos por ciento de su producto interno bruto (PIB) para 2024.
«Tras años de descensos, en 2017 hemos visto que los gastos en defensa de Alemania aumentaron casi un seis por ciento», dijo.
En la actualidad, la potencia europea todavía se encuentra lejos del objetivo fijado por la alianza. Alemania dedica a día de hoy a defensa alrededor de un 1,2 de su PIB.
«Cuento con Alemania. Vivimos en un mundo inseguro. Estamos enfrentando nuevas amenazas y las respuestas a estos desafíos no son gratuitas (requieren de dinero)», explicó.
Durante la conversación con el rotativo, Stoltenberg también consideró importante que los miembros de la OTAN muestren a Rusia qué consecuencias pueden tener algunas de sus intervenciones en el exterior, tales como la vulneración de las reglas internacionales o su presunta participación en ataques cibernéticos.
En este sentido, el jefe de la alianza atlántica no ocultó su preocupación por el rearme de Moscú o por su apoyo al régimen sirio de Baschar al-Assad. Asimismo, se mostró partidario de mantener desplegadas las tropas de la OTAN en los países del este de Europa y de no suspender las sanciones acordadas contra Rusia mientras que el Gobierno de Vladimir Putin no cambie su posición.
«No queremos una Guerra Fría», apuntó, sin embargo, recalcando que desde la alianza siguen apostando por el diálogo como método para rebajar las tensiones entre Rusia y Occidente.