Estambul, 27 mar (dpa) – La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) recriminó hoy al Gobierno turco la creciente represión a usuarios de redes sociales por declararse en contra de la campaña del Ejército en el noroeste de Siria.
«(Con estas acciones de) detener y perseguir a alguien por escribir tuits que llaman a la paz, el Gobierno turco ha caído aún más bajo», dijo Hugh Williamson, director de HRW para Europa y Asia Central. Williamson pidió a Ankara que acepte el derecho a realizar una crítica pacífica a su política y que deje caer «estos casos absurdos».
Según informaciones del Ministerio turco de Interior, desde el comienzo de la ofensiva militar en el enclave sirio de Afrin el 20 de enero hasta el 26 de febrero, 648 personas fueron detenidas por «propaganda» en las redes sociales. HRW explicó que los más afectados son sobre todo periodistas, activistas de derechos humanos y diputados del partido de la oposición prokurdo HDP, que se mostraron críticos con la ofensiva militar a través de Twitter o Facebook. Además, HRW acusó a Ankara de abusar de las leyes antiterroristas, criticadas por la Unión Europea (UE), para este procedimiento.
HRW detalló cinco casos de afectados. Uno de ellos es el del defensor de los derechos de los homosexuales Ali Erol, que protestó en Twitter con el hashtag #NoToWarInAfrin (No a la guerra en Afrin), entre otros. A pesar de que ninguno de sus tuits incitaba a la violencia, Erol fue detenido temporalmente, explicó HRW. Las investigaciones por «propaganda para una organización terrorista» e incitación al odio continuaron.
El Ejército turco inició el 20 de enero una operación militar contra la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG) en la región de Afrin. Turquía considera que las YPG son el brazo sirio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que considera una organización terrorista.