Santiago de Chile, 14 mar (dpa) – El Gobierno chileno afirmó hoy que la cesión de parte de su territorio a Bolivia «no está en juego», en el marco del inicio el próximo lunes de los alegatos de ambos países ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para tratar el pedido de La Paz de negociar una salida al mar.
«No está en disputa ni la integridad territorial, ni la soberanía de Chile, ni tampoco la entrega o no entrega de territorio chileno. Ni un sólo centímetro de territorio chileno está aquí en juego. Nadie nos puede obligar además a ceder territorio nuestro, que pertenece a nuestra soberanía», dijo el canciller chileno, Roberto Ampuero.
«La preparación que tiene el equipo chileno para defender nuestros intereses en La Haya es sólida, es coherente, cuenta con el respaldo y cuenta con la fuerza que nos da la historia, los hechos, el derecho y el apoyo además de la inmensa mayoría de los chilenos», agregó Ampuero tras reunirse con ex ministros de Relaciones Exteriores de su país para abordar detalles de la defensa.
Chile y Bolivia iniciarán el lunes ante la CIJ de La Haya los alegatos orales tras la la demanda que interpuso Bolivia en abril de 2013 para que se obligue a Chile a negociar de buena fe una salida soberana al mar para su país.
Una delegación de nueve parlamentarios viajará junto a Ampuero a la audiencia, que se prolongará hasta el miércoles 28 de marzo.
Ambos países mantienen sus relaciones diplomáticas a nivel de embajadores suspendidas desde 1978 después del fracaso de las negociaciones que llevaban adelante los dictadores Hugo Banzer y Augusto Pinochet sobre la exigencia boliviana de una salida soberana al océano Pacífico.
Bolivia perdió su acceso al mar y, junto con ello, miles de kilómetros de territorios ricos en minerales, además de unos 400 kilómetros de playa, en una guerra que, aliada con el Perú, libró contra los chilenos en la llamada Guerra del Pacífico (1879-1883). La Paz reclama que no fue una guerra sino que las tropas chilenas invadieron su país.
Chile ha reiterado que no cederá territorio al afirmar que todos los problemas limítrofes pendientes con su vecino quedaron resueltos tras la guerra con la firma del tratado de 1904. Sin embargo, Bolivia afirma que el acuerdo fue impuesto.