San Francisco, 10 mar (dpa) – Una toma de rehenes en un hogar para veteranos de guerra estadounidenses en California terminó la noche del viernes con la muerte del presunto secuestrador y sus tres rehenes, informó la Policía.
En el hogar de veteranos en la localidad de Yountville fueron hallados muertos el presunto secuestrador y tres mujeres, dijo el capitán de Policía Chris Childs. Yountville está situada en Napa Valley, a alrededor de una hora y media en coche al noreste de San Francisco.
El hombre armado, identificado como Albert Wong, también habría intercambiado disparos con la Policía antes de que se atrincherara con los rehenes.
Según el periódico «Napa Valley Register», el secuestro, que duró unas siete horas, comenzó cuando un hombre armado acudió a una fiesta de despedida en el «Pathway Home», una organización sin ánimo de lucro que ayuda a veteranos de guerra a superar sus traumas.
Al parecer, el individuo, de 36 años, había participado en el programa del hogar pero por motivos que se desconocen le habían pedido hace dos semanas que abandonara el centro. De acuerdo con el «Napa Valley Register», el hombre estaba vestido de negro y llevaba ropa de protección cuando asaltó el hogar.
El hombre y la Policía intercambiaron «muchos» disparos, sin que nadie resultara herido, dijo el capitán de Policíao.
Childs indicó que negociadores de la Policía se habían comunicado en vano por teléfono con el hombre para persuadirle de que pusiera en libertad a las tres rehenes retenidas en una habitación. Según la Policía, el sujeto había tomado inicialmente a más rehenes, a quienes más tarde puso en libertad.
Unos 80 niños, que se encontraban en un teatro cerca del hogar de veteranos fueron evacuados en autobuses escolares, informó Childs.
El «Pathway Home» es el mayor hogar de veteranos en Estados Unidos, donde viven unos 1.100 hombres y mujeres mayores con discapacidad que combatieron en la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Vietnam y en Irak, entre otros conflictos. El centro tiene más de 130 años de antigüedad.
El senador californiano Bill Dodd dijo que entre las rehenes muertas está también la directora del programa «Pathway». El gobernador de California, Jerry Brown, calificó lo ocurrido como «horrorosa violencia».