Pyeongchang (Corea del Sur), 10 feb (dpa) – La primera opción de medalla para España en los Juegos Olímpicos invernales estará en la tabla de Queralt Castellet, una snowboarder de 28 años que llegó a Pyeongchang en el pico de carrera deportiva, después de atravesar una desgracia familiar que le dejó una huella profunda.
Víctima de cáncer, su novio y entrenador Ben Jolly falleció en 2015, aunque en la mente y en el corazón de Castellet sigue estando a su lado. «Para mí, cada día que paso en la nieve, cada vez que gano algo en mis entrenamientos, en una competencia, es una satisfacción en la que él también se ve repercutido», le cuenta a dpa en una entrevista al pie del Phoenix Park, donde la atleta nacida en Sabadell buscará el lunes su clasificación para la final del halfpipe un día después.
dpa: ¿Con qué expectativas llega a estos Juegos?
Castellet: Llego muy contenta, con un buen estado de ánimo porque he hecho un buen entrenamiento. Estoy con mucha motivación, con ganas de estar en el pipe y dar lo mejor de mí.
dpa: ¿Se siente en condiciones de ganar el oro?
Castellet: Me he entrenado para ganar. Es el objetivo para cualquier atleta que participa en unos Juegos Olímpicos. Después hay que tener en cuenta que cada competición es un mundo distinto. Ya no depende sólo de tus capacidades, sino que hay otros muchos factores que pueden influir.
dpa: ¿Tiene pensada la estrategia para la competencia?
Castellet: La estrategia de esta temporada es mantener una mentalidad flexible, de poderme adaptar a las circunstancias que haya. Hay que estar atenta a todo lo pase y cambiar la ronda si hace falta.
dpa: ¿Cómo sintió la pista?
Castellet: Es un pipe adecuado para lo que hemos entrenado, parecido a los que solemos competir. Hemos tenido dos días de entrenamiento y ha sido con una evolución progresiva, así que muy contenta.
dpa: Los riders habitualmente no tienen carreras largas. ¿Siente que es el momento justo a sus 28 años?
Castellet: Físicamente estoy en el mejor momento. He trabajado mucho con un fisioterapeuta y con un preparador físico para la prevención de lesiones y eso me ha ayudado a tener una forma mucho más ágil. Es muy difícil, pero me ayuda a conocer mi cuerpo, a darme cuenta cuando estoy cansada y a saber poner un límite para guardar esa energía que me queda para otro momento. Me sirve mucho para saber maximizar el tiempo para estar en la nieve.
dpa: ¿A qué rivales considera más peligrosas?
Castellet: El grupo de rivales más peligrosas es mucho más extenso que hace unos años. Ahora mismo, todas lo son. Primero hay que hacer la clasificación. Y después de ahí vemos que tipo de ronda vamos a hacer, dependiendo de lo que estén haciendo las rivales. Igual, hay que estar atenta porque en la final cada una tiene trucos diferentes y hacen algo totalmente distinto a lo que hicieron en las clasificatorias.
dpa: ¿Qué significaría ganar una medalla después de lo sucedido con su novio?
Castellet: No solamente esa eventual circunstancia. Para mí cada día que paso en la nieve, cada vez que gano algo en mis entrenamientos, en una competencia, es una satisfacción en la que él también se ve repercutido. Siento que tiene un sentido. Es por su causa que todo está sucediendo de esta forma. Es una satisfacción para mí pero sé que también es una satisfacción para él.
dpa: ¿Cómo vive el momento del equipo español, con varios atletas con posibilidad de medallas?
Castellet: Por como hicieron las villas, no he podido coincidir con muchos de ellos porque el Park está muy lejos. He coincidido con algunos y es lo más chulo que tienen los Juegos Olímpicos, conocer gente de otros deportes. Es un honor compartir momentos con ellos y ojalá pudiera compartir más momentos con ellos. Saber que estoy incluida en un grupo de tanto nivel es un orgullo para mí.
dpa: ¿Es un motivo de presión adicional que se les considere con tantas posibilidades?
Castellet: Sí. Imagino que todos los factores pueden causar una presión adicional, pero también creo que todo depende de la que se llegue a poner uno mismo. Es algo mental y todo sucede por una causa. Si la gente cree que puedes ganar una medalla, quiere decir que lo estás haciendo bien. Para mí, es más felicidad que presión. Es una alegría saber que estoy en esta posición.
dpa: ¿Qué es lo que más le gusta de su deporte?
Castellet: Por suerte, es un deporte que te permite expresar. Con la forma en que ejecutas tus trucos, tu puedes expresarte. Entonces, entra la creatividad, es como hacer un dibujo. Puedes mostrarte tal como eres, tal como te sientes y dejarlo expuesto en el aire. Después, la gente te mira, los jueces te juzgan, pero lo más importante es la sensación que te da. Hablar es muy bonito, comunicarte también, pero poder expresarte a través de un deporte es algo muy especial. Eso es lo que más me gusta de mi deporte.
dpa: ¿De acuerdo a su estado de ánimo puede saber cómo va a saltar?
Castellet: Sí, obviamente. Y también lo inverso. Depende de cómo salto puedo llevar mi estado de ánimo de un lugar a otro. Es algo recíproco. Cuánto más cercana es esa relación, de la manera en que te desenvuelves en la nieve con cómo te sientes, más en contacto estás con la competición.
dpa: Usted tiene un pasado como gimnasta. ¿Cómo influyó en su actual carrera.
Castellet: Me influyó positivamente porque me enseñó el espíritu del trabajo. La gimnasia es un deporte muy sacrificado porque ya desde muy pequeña tienes que trabajar mucho. Me ha servido en el snowboard y en la competición, porque el que más trabaja, más consigue. Pero me tuve que adaptar por lo que decía antes de los esfuerzos. La gimnasia te enseña a prescindir de muchas cosas para poder entrenar más horas y aquí hay que saber conocer el cuerpo, porque cuando uno está demasiado cansado, el rendimiento baja. Es así. La gimnasia me inculcó el «vamos, hay que seguir, seguir, seguir» y a veces hay que saber frenar.
dpa: ¿Ser tan pequeña le sirve para tener mejor rendimiento?
Castellet: Sí, yo creo sí. Me permite girar rápido y me da el punto de explosión para hacer los elementos. Y para el control en el aire también puede significar. Aunque también los altos tienen sus ventajas porque pueden saltar más. Al final, todo está nivelado porque cada uno convive con sus virtudes.
Por Ariel Greco (dpa)