Washington, 8 feb (dpa) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió hoy en Washington con su homólogo de Guatemala, Jimmy Morales, al que agradeció el apoyo a su decisión de trasladar la embajada norteamericana en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén.
Guatemala es uno de los países que apoyaron a Estados Unidos en la votación en la que la Asamblea General de la ONU rechazó en diciembre por amplia mayoría la decisión de Trump de reconocer a Jerusalén como capital israelí y trasladar allí su legación diplomática. Morales siguió además el ejemplo de Trump y ordenó posteriormente mover también la embajada guatemalteca.
Los dos presidentes mantuvieron hoy un encuentro que no llegó a los 15 minutos en un céntrico hotel de Washington poco antes del tradicional Desayuno de Oración Nacional en el que el Trump pronunció un discurso. Morales, evangélico, fue uno de los invitados al acto anual bipartidista, en el que la religión y la política se entremezclan.
El presidente guatemalteco estará en Estados Unidos hasta el sábado en el marco de una visita que se desarrolla bajo secretismo. El Gobierno de Guatemala no ha dado a conocer su agenda, como es habitual en este tipo de visitas, ni ha convocado a los periodistas a una rueda de prensa.
Se sabe que Morales irá a Nueva York, pero se desconoce si allí acudirá a la ONU en el marco de la batalla que tiene abierta con Iván Velásquez, el jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad para Guatemala (CICIG).
En agosto lo declaró persona non grata y ordenó su expulsión -frenada luego por la Corte de Constitucionalidad- después de que lo acusara de financiación ilegal de su campaña de 2015, con la que ganó la presidencia.
La reunión entre Trump y Morales fue a puertas cerradas, sin acceso para la prensa. Según un comunicado de la Casa Blanca, abordaron en ella también la situación de Venezuela. «Acordaron trabajar juntos para restaurar la democracia en el país», señaló el documento.
El tema migratorio y los retos de seguridad en el país centroamericano estuvieron también sobre la mesa. «El presidente Trump destacó la importancia de frenar la inmigración ilegal desde Guatemala a Estados Unidos y la de abordar los retos subyacentes sobre seguridad y prosperidad», indicó la Casa Blanca.
El Gobierno de Guatemala, por su parte, señaló en su cuenta de Twitter que Trump ofreció duplicar el apoyo estadounidense a la capacitación de las fuerzas de seguridad del país centroamericano. «Reconoció los esfuerzos del gobierno guatemalteco para combatir la corrupción, narcotráfico, pandillas y migración ilegal», indicó.
Morales fue recibido por la tarde por el jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, en un encuentro pensado para abordar el apoyo del país norteamericano a «los retos de seguridad, prosperidad y gobernanza democrática», según el Departamento de Estado.
Esta semana, Human Rights Watch (HRW) envió una carta a Tillerson expresando su preocupación por los «permanentes esfuerzos» de Morales «por obstruir la labor» de la CICIG y la posibilidad de que el mandatario guatemalteco utilice su visita «para promover su campaña destinada a expulsar al actual comisionado».
La CICIG fue creada por la ONU y el Estado guatemalteco en 2006 y tanto ella como el colombiano Iván Velásquez gozan de un amplio reconocimiento internacional.
«La CICIG es uno de los mecanismos contra la corrupción más eficaces de América Latina. Desde que el Dr. Velásquez asumió como comisionado de la CICIG en 2013, Guatemala ha logrado avances sin precedentes en la investigación y el procesamiento penal de actos de corrupción de altos funcionarios del gobierno guatemalteco», señaló HRW.
Además de acusar a Morales de financiación ilegal de su campaña de 2015, promueve una acción penal contra uno de sus hermanos y contra su hijo mayor por un caso de corrupción en 2013.
Ante las protestas del Gobierno de Guatemala, que acusa a la CICIG de «injerencia» en sus asuntos internos, la ONU y su secretario general, Antonio Guterres, han respaldado a Velásquez en todo momento.
Por Sara Barderas (dpa)