El Cairo, 4 feb (dpa) – Al menos 15 civiles, entre ellos ocho niños, perdieron la vida en un ataque de la Fuerza Aérea de Rusia en la provincia de Idlib, un feudo rebelde en el noroeste de Siria, lanzado en represalia por el derribo de un avión de combate ruso, informó hoy el Observatorio Sirio para loos Derechos Humanos.
Según la organización no gubernamental, ocho personas murieron por el impacto de misiles disparados en la noche del sábado contra la ciudad de Jan al Subul desde buques de guerra rusos fondeados en el Mediterráneo. Otras siete personas perdieron la vida en ataques lanzados desde helicópteros del Gobierno sirio contra la ciudad de Maasran.
Rebeldes sirios habían derribado el sábado un avión de combate ruso del tipo Su-25 en Idlib, donde el Gobierno sirio y su aliado Rusia han incrementado sus ataques en las últimas semanas.
Según el Ministerio ruso de Defensa, el piloto del avión derribado logró eyectarse pero fue abatido más tarde en un tiroteo. El grupo rebelde Hayat Tahrir al Sham, ligado a la red terrorista Al Qaeda, se atribuyó el derribo.
La provincia de Idlib es el último reducto rebelde en Siria, dominado por yihadistas de línea dura.
Las Fuerzas Aéreas sirias también mataron a otros cuatro civiles en ataques contra el bastión rebelde de Guta Oriental, cerca de la capital del país, Damasco, informó el Observatorio. En el bombardeo de la ciudad de Duma, base del grupo islamista Yaish al Islam, resultaron heridas seis personas. Además se reportaron fuertes combates entre ambas partes.
Las Fuerzas Armadas de Turquía informaron entre tanto que siete soldados fueron abatidos durante la ofensiva contra la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG) en el noroeste de Siria.
Según el Ejército turco, cinco soldados murieron el sábado en un ataque de las YPG contra un tanque turco en la región de Afrin. Previamente, otros dos soldados habían perdido la vida en enfrentamientos con combatientes kurdos en Afrin y en el lado turco de la frontera.
De acuerdo con el portal noticoso kurdo Rudaw, se trata del mayor número de bajas turcas registrado en un solo día desde que comenzó la ofensiva militar turca «Rama de Oliivo» contra las YPG el 20 de enero. Según el Ejército turco, 14 soldados suyos han muerto hasta el momento durante la ofensiva.
La milicia YPG controla amplias zonas a lo largo de la frontera sirio-turca. Ankara considera las YPG como un grupo terrorista vinculado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), proscrito en Turquía.