Madrid, 3 feb (dpa) – La gala de los Premios Goya, los más importantes del cine español, se llenó hoy de abanicos rojos para reinvidicar a la mujer en el séptimo arte, siguiendo así la estela de otras ceremonias de la industria del cine como los Globos de Oro.
Las cineastas y actrices españolas quisieron emular movimientos como el conocido #MeToo, que nació en Hollywood para denunciar los abusos en el sector, y se levantaron hoy con el hashtag #MASMUJERES para reclamar mayor igualdad en la industria cinematográfica.
«Cuántos abanicos, qué emoción», expresó al borde de las lágrimas la vicepresidenta segunda de la Academia del Cine español, la actriz Nora Navas, quien durante la ceremonia lanzó un discurso feminista en el que pidió «dar un paso adelante por la paridad».
«Solo derrotando la superidad de género, derrotaremos también al monstruo de la violencia contra las mujeres», dijo.
Otras actrices y cineastas se sumaron a la reivindicación. «Por favor, ¡más mujeres haciendo cine!», pidió Carla Simón al recoger el Goya a la mejor dirección novel por «Verano 1993».
«Que el cine sea de verdad un arte libre donde los actores y actrices trabajemos en igualdad», expresó Adelfa Calvo cuando recibió el Goya a mejor actriz de reparto por su trabajo en «El autor».
Cineastas como Isabel Coixet, una de las grandes triunfadoras de esta edición de los Goya con su película «La librería», o Carla Simón, directora de «Verano 1993», exhibieron sobre la alfombra roja de los Goya sus abanicos rojos con el lema «Más mujeres».
«Dicen que este año es el año de las mujeres porque hay dos (películas dirigidas por mujeres nominadas en la máxima categoría), pero yo creo que sería el año de las mujeres si hubiera cinco», dijo a dpa Simón, cuya película se llevó tres galardones hoy.
«Queremos que esto sirva para algo de verdad, que no se quede solo en una moda», reivindicó también la actriz Bruna Cusí, protagonista de «Verano 1993», una de las cintas favoritas de la noche.
En esta edición número 32 de los Goya, solo el 27 por ciento de los nominados fueron mujeres. Y según la Unión de Actores, el 38 por ciento de los personajes del cine español son femeninos.
«Es surrealista tener que estar hablando en 2018 de este desequilibrio tan grande, de que solo el 7 por ciento de las mujeres sean directoras», dijo a los medios la actriz Penélope Cruz, una de las españolas más internacionales.
«Todas hemos vivido situaciones, no solo de acoso sexual, de ese machismo (…) Entre todos podemos conseguir que las cosas sean más justas», añadió la intérprete, quien eludió hablar del director Woody Allen, con quien trabajó en «Vicky Cristina Barcelona».
También su pareja, el actor Javier Bardem, reivindicó «paridad, equidad, equilibrio en salarios y en derechos». «Los hombres tienen que apoyar a las mujeres que denuncian y hablan. Penélope Cruz ha cobrado lo mismo que yo en la película porque soy el productor», dijo en alusión a «Loving Pablo», la cinta sobre el narcotraficante Pablo Escobar que la pareja protagoniza.
Las reivindicaciones continuaron tanto en la alfombra roja como en el escenario del hotel Marriott Auditorium de Madrid.
«Que haya tan pocas mujeres escribiendo y dirigiendo afecta a los contenidos y, a la vez, los contenidos influyen en la sociedad», reflexionó la directora y actriz Leticia Dolera, quien acudió a la gala vestida con un traje de chaqueta y pantalón para «mostrar a las niñas que se puede ir a un evento con pantalón y zapato plano».
«Debemos dar más oportunidades a mujeres guionistas para que se cuenten historias desde otro punto de vista», alegó también el actor Luis Tosar.
En España, aunque de momento no se han revelado casos de abusos en la industria como el escándalo Weinstein en Hollywood, la asociación española de mujeres cineastas CIMA exige la presencia de más voces femeninas en el cine, especialmente en cargos de responsabilidad.
«Las mujeres también somos en parte culpables porque cuando escribimos sobre nosotras, muchas veces escribimos sobre ellos. El hombre sigue siendo el rey del mundo. Para mí, no», dijo a dpa a sus 78 años la veterana actriz Concha Velasco, uno de los rostros más conocidos del cine español.
«El mundo del cine siempre se ha caracterizado por estar en la primera trinchera de las reivindicaciones. Pasó anteriormente con el ‘no a la guerra’ y ahora está pasando con este movimiento social. Lo celebro y me parece maravilloso», expresó a dpa el músico uruguayo Jorge Drexler.
Los presentadores de la gala de los Goya, dos hombres, ya habían adelantado que en la ceremonia de este año la mujer estaría «muy presente». «Nosotros somos hombres florero», dijeron en tono de humor Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla.
El premio Goya de honor, además, fue recogido por una mujer. Concretamente por una de las actrices más veteranas y reconocidas del cine español: Marisa Paredes.
En la gala del pasado año ya hubo referencias y reivindicaciones feministas en los Goya. La actriz y cantante Ana Belén pidió más presencia de la mujer en el cine y el presentador de la ceremonia, Dani Rovira, se subió a unos tacones como homenaje.
En esta ocasión, varios periodistas se unieron a la causa y lucieron los trajes con los que el artista Ernesto Artillo quiso reivindicar a la mujer, en los que sobre la tela aparecen trazos de la figura femenina.
Por Ana Lázaro Verde