Madrid, 30 ene (dpa) – En pocas horas se cerraron hoy dos operaciones encadenadas que generaron una enorme repercusión: Aymeric Laporte fichó por el Manchester City tras pagar éste la cláusula de rescisión a un Athletic de Bilbao que utilizó el dinero para «arrebatar» a su eterno enemigo, la Real Sociedad, a Íñigo Martínez.
Las operaciones guardan varias similitudes, como por ejemplo que en ambas intervinieron centrales que no pertenecen en estos momentos a la elite del fútbol mundial y que en los dos casos los clubes pagaron muchísimo dinero. Es una muestra más de la enorme inflación que reina en el fútbol.
El Manchester City anunció primero el fichaje del francés Laporte después de pagar 65 millones de euros (cerca de 81 millones de dólares) al Athletic de Bilbao.
«Considerado uno de los jóvenes defensas más prometedores de Europa, Laporte lucirá la camiseta con el número 14 y llega al equipo deseando contribuir en la lucha para conquistar títulos», celebró el Manchester City en su página web.
El jugador francés, de 23 años, firmó por lo que resta de temporada y cuatro más para convertirse en el sexto refuerzo del club inglés en la presente campaña.
El precio invertido por el City en fichajes, incluyendo lo pagado por un central que todavía no es internacional con su país, generó no pocos comentarios y también críticas.
Su entrenador, Josep Guardiola se defendió hoy y aludió veladamente a su antiguo club, el Barcelona, que invirtió sumas millonarias en los fichajes de Ousmane Dembélé y Philippe Coutinho.
«Entiendo las críticas, pero hay clubes que se han gastado 400 millones en dos jugadores. Nosotros lo hemos hecho en seis o siete», declaró el técnico del Manchester City.
Y agregó: «Si queremos estar arriba, tenemos que fichar. Algún día quizá paguemos 130 o 200 millones por un futbolista, pero todavía no lo hemos hecho».
Pocas horas después llegó la reacción del Athletic, que pagó la cláusula de rescisión de Íñigo Martínez -32 millones de euros- para convertirse en el fichaje más caro de la historia del club bilbaíno. Un central que en estos momentos no está acudiendo a la selección española.
Obviamente, la noticia fue un terremoto en el País Vasco, donde Athletic y Real Sociedad mantienen una fuerte rivalidad desde hace largos años.
«Entiendo que estén molestos pero estoy aquí, contentísimo y para aportar todo para el club», declaró Martínez, de 26 años, en su presentación con el Athletic.
El central vasco firmó con su nuevo club hasta 2023. Igual que hizo Laporte con el City.
Consciente de la controversia generada con su traspaso, el jugador agregó en la presentación con el Athletic: «El que más ha sufrido estos días he sido yo y los que me tienen cerca lo saben».
Laporte y Martínez protagonizaron hoy dos operaciones sumamente polémicas y llenas de dinero. Ya no sólo se cotizan los delanteros y los goles. Ahora los defensores también se pagan a precio de oro. La inflación del fútbol continúa imparable.
Por Alberto Bravo