(dpa) – Cuatro meses después de las elecciones en Alemania, el Partido Socialdemócrata (SPD) decidirá mañana si da el paso decisivo para formar nuevo Gobierno con los conservadores de Angela Merkel. ¿Cuáles son los posibles escenarios que derivan de la votación que tanta expectativa genera en Alemania y Europa?
SI GANA EL «SÍ»:
Las Uniones Cristiano Demócrata y Cristiano Social (CDU/CSU), de la canciller Merkel, y el SPD entablarán a la brevedad negociaciones formales. Las cúpulas acordarán el lunes los primeros detalles a nivel de organización y pocos días después se pondrán en marcha las reuniones. Merkel aspira a llegar a un acuerdo formal antes de mediados de febrero. Después, los militantes del SPD tendrán la última palabra. Más de 440.000 afiliados serán llamados a emitir su voto y se calcula que el proceso llevará unas tres semanas.
En caso de un resultado positivo, el Parlamento alemán podría elegir a Merkel canciller en una de las dos semanas de plenos a partir del 12 de marzo. El Gobierno podría constituirse antes de Semana Santa, a finales de marzo.
SI GANA EL «NO»4:
La situación se complica sumamente en caso de rechazar los delegados al congreso del SPD una nueva gran coalición. Sería el segundo intento fallido para Merkel después del fracaso para formar un Gobierno tripartito con el Partido Liberal y Los Verdes.
Quedan tres opciones:
1) GOBIERNO MINORITARIO: Este es un proyecto riesgoso pero posible, aun cuando la canciller Merkel se haya manifestado en contra. Merkel podría formar un Gobierno minoritario y buscar consenso para cada decisión. Esto implica también que podría ser depuesta en cualquier momento por una moción de confianza.
También sería factible un Gobierno de democristianos tolerado por los socialdemócratas. Un modelo de ejemplo: los conservadores ocupan todos los ministerios y el SPD les asegura su voto en algunos temas como el presupuesto o la política exterior. Nunca hubo en Alemania un Gobierno en minoría.
2) JAMAICA 2.0: El presidente federal alemán, Frank-Walter Steinmeier, intenta persuadir a Merkel, liberales y verdes de hacer un segundo intento en pos de un tripartito bautizado como Jamaica porque los colores de la bandera coinciden con los de las formaciones (negro de los conservadores, amarillo de los liberales y verde).
Los Verdes han repetido que están abiertos a conversar. El presidente de los liberales, Christian Lindner, avisó que no está dispuesto a volver a la mesa salvo que «las condiciones tanto políticas como de personal cambien y prometan más éxito que en 2017». Una alusión indirecta a una CDU sin Merkel.
3) NUEVAS ELECCIONES: El presidente federal alemán, Frank-Walter Steinmeier, pone en marcha el complicado mecanismo para la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones.
De acuerdo con la Constitución alemana, el presidente propone a un candidato para el puesto de canciller. Esa persona es elegida jefa de Gobierno con la mayoría de los votos de los diputados. Hasta ahora, todos los cancilleres de la República Federal de Alemania fueron elegidos en la primera ronda de votación.
En caso de no tener mayoría, el candidato o la candidata propuesta se pasa a una segunda fase. El Bundestag tiene dos semanas de tiempo para consensuar un candidato o candidata por mayoría abosluta. Si tampoco se llega a una solución en estas dos semanas, basta una minoría relativa para elegir jefe o jefa de Gobierno. Es decir, que es ungido el candidato o la candidata que reúna más votos.
De ocurrir esto, el presidente alemán lo puede designar canciller de un Gobierno minoritario pero también puede disolver el Parlamento y convocar elecciones en un lapso de 60 días. Esto sería inédito en la historia de República Federal de Alemania.
Steinmeier ha destacado en repetidas ocasiones que no ve con buenos ojos la opción de repetir elecciones, entre otras cosas porque teme que arrojen resultados similares a los de septiembre.